Estudio también indica que si se introduce el alcohol a una edad muy temprana, podría haber más probabilidades de que el niño beba en exceso siendo adolescente.
Un estudio llevado a cabo en Inglaterra por la Fundación Joseph Rowntree reveló que los adolescentes que ven a sus padres emborracharse tienen el doble de riesgo de embriagarse ellos mismos regularmente.
Explorar los factores que influyen en las conductas alcohólicas de los jóvenes y analizar qué tan importantes son estos factores fue el objetivo de la investigación, señalan los investigadores.
"Este estudio muestra que los padres pueden tener una mayor influencia de la que creen en la conducta de sus adolescentes" afirma Claire Turner, de la Fundación Joseph Rowntree.
Los expertos sostienen que las probabilidades de que un adolescente se emborrache repetidamente es dos veces mayor si ha visto a sus padres embriagados, incluso si esto sólo ha ocurrido en algunas ocasiones.
El estudio también indica que si se introduce el alcohol a una edad muy temprana, como antes de los 10 años, podría haber más probabilidades de que el niño beba en exceso siendo adolescente.
Sin embargo las investigaciones no encontraron cuál es la mejor edad para introducir el alcohol a los adolescentes ni evidencias claras sobre cómo hacerlo, lo que significa una tarea difícil para los padres.
Por ello, dicen los investigadores, los padres deben aceptar que permitir que los jóvenes beban sin supervisión puede incrementar el riesgo de que se emborrachen y esto puede tener consecuencias perjudiciales.
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