La Digemid no ha reportado casos con consecuencias fatales por el uso de la azitromicina en nuestro país.
Problemas cardiacos con consecuencias fatales. Es lo que puede causar el uso indiscriminado de azitromicina, uno de los antibióticos más utilizados para tratar infecciones respiratorias como neumonías, bronquitis o laringitis; incluso algunas enfermedades de transmisión sexual.
La advertencia fue emitida por la Agencia de Alimentos y Medicamentos de Estados Unidos(FDA por sus siglas en inglés), tras comprobarse que el fármaco puede causar arritmias cardiacas con alto riesgo de infartos en algunos pacientes.
En el Perú, si bien no se ha prohibido su venta, la Dirección General de Medicamentos, Insumos y Drogas (Digemid) ha pedido a las empresas que se encargan de elaborar y distribuir la azitromicina, incluir la advertencia respectiva en las etiquetas del fármaco.
"Las etiquetas e insertos de este antibiótico (azitromicina) deben estar actualizadas con la advertencia. Con esta comunicación de seguridad de la FDA debemos informar a la gente que no debe automedicarse con este producto, el cual debe ser usado bajo prescripción médica", indicó a RPP Noticias el doctor Leandro Huayanay Falconi, asesor de la Digemid.
A su turno, el doctor Fernando Sarzosa Salcedo, cirujano neumólogo, explicó a RPP Noticias que los pacientes que corren mayor riesgo con el uso de la azitromicina, son los que tienen un ritmo cardiaco más lento de lo normal o aquellas personas que usan ciertos medicamentos para el tratamiento de arritmias. En el grupo de riesgo también están incluidos los pacientes asmáticos o con insuficiencia renal.
"El comunicado (de la FDA) no significa que esto vaya a generar un caos y que la gente no pueda tomar azitromicina, siendo un medicamento útil, versátil y de pocos días de administración. La advertencia va dirigida principalmente a los adultos mayores que siguen tratamiento cardiovascular o renal y en algunos pacientes jóvenes o niños que tengan alguna alteración congénita", dijo Sarzosa Salcedo.
Los efectos colaterales más frecuentes de la azitromicina son la diarrea leve, náuseas, molestias estomacales, vómitos, mareos o dolores de cabeza. Habitualmente, estos efectos secundarios desaparecen pronto y no requieren atención médica.
Otros efectos que, en este caso, sí conviene poner en conocimiento del especialista, son dolores y retortijones fuertes en el abdomen o el estómago, diarrea severa (a veces con sangre), fiebre, dolor articular, sarpullido severo, urticarias, respiración dificultosa, decoloración amarillenta en la piel y los ojos o inflamación en las piernas, tobillos, pies o manos, así como en la cara, el cuello o la boca.
La Digemid no ha reportado casos con consecuencias fatales por el uso de la azitromicina en nuestro país, sin embargo la advertencia está hecha, ya que muchas boticas y farmacias aún expenden antibióticos sin receta médica.
De igual forma, ambos especialistas invocaron a los médicos a evitar la prescripción indiscriminada de dicho antibiótico, esto en razón a información de que se viene recetando este antibiótico con mucha frecuencia en los establecimientos privados de salud.
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