Un nivel relativamente bajo de inflamación podría ser la clave, afirman investigadores del Colegio Universitario de Cork.
Más que el peso excesivo, la inflamación crónica en las personas obesas podría afectar el riesgo de enfermedad cardiaca y diabetes, que son provocadas por los llamados factores metabólicos, que incluyen una glucemia alta, hipertensión y colesterol alto.
Los hallazgos podrían ayudar a explicar por qué hasta el 35 por ciento de los obesos no se ven afectados por los trastornos metabólicos, un fenómeno que se conoce como obesos metabólicamente sanos.
"En nuestro estudio, las personas metabólicamente sanas (tanto las obesas como las no obesas) tenían unos niveles más bajos de una variedad de marcadores de la inflamación", aseguró la autora del estudio, Catherine Phillips, del Colegio Universitario de Cork.
"Independientemente del índice de masa corporal, las personas con perfiles favorables de inflamación también tendían a tener unos perfiles metabólicos saludables".
El estudio, que aparece en la edición actual de la revista Journal of Clinical Endocrinology & Metabolism, también halló que los que no tenían ningún trastorno metabólico presentaban unos niveles más elevados de adiponectina, una hormona con propiedades antiinflamatorias.
"Desde el punto de vista de la salud pública, necesitamos unos mejores métodos para identificar qué personas obesas se enfrentan a un mayor riesgo de diabetes y de enfermedades cardiacas", concluyó Phillips.
"Los marcadores de inflamación ofrecen una estrategia potencial para determinar qué personas podrían beneficiarse más de las intervenciones médicas".
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