En el Día del Cuy te explicamos por qué este animalito con historia tiene tanto potencial.
El consumo de cuy se ha popularizado con el boom de la gastronomía peruana, pero su relación con nuestra historia es ancestral, incluso fue inmortalizado en cerámicas y textiles.
Este animalito, conocido fuera de nuestras fronteras, como conejillo de indias, es una mascota en Europa o américa del norte, pero en el Perú le dimos un uso alimenticio. “El cuy se convirtió rápidamente en un animal doméstico para el consumo de carne, ha sostenido a las poblaciones desde la época preincaica e incaica”, explica Christian Barrantes Bravo, ingeniero zootecnista de la Universidad Nacional Agraria La Molina.
Al año los peruanos consumimos entre 25 a 30 millones de cuyes y por persona de 600 a 800 gramos. Su rico sabor y valor nutricional lo justifica. Aporta una cantidad elevada de proteínas, y comparada con otras carnes como la de pollo, res o pescado, tiene un plus. “La gran diferencia con esos otros tipos de carne es que no tenemos que buscar un corte de cuy bajo en grasa, porque todo el cuy en general es bajo en colesterol, lo cual beneficia a aquellas personas que tienen problemas de grasa en sangre”, destaca la nutricionista Sara Abu Sabbah.
Además, el hierro que contiene, lo convierte en un aliado contra la anemia, un problema de salud pública en el país.
Y tomando en cuenta las diversas formas de preparación ¿Cuál es la mejor manera de cocinar el cuy? “Guisos, al horno o al vapor son algunas buenas alternativas. Sobre todo si lo hacemos en guisos, donde todos los jugos de la cocción se quedan en la misma olla y finalmente los consumimos”, dice la especialista.
Pero quienes prefieren al cuy como un animal de compañía, deben saber que existe un tipo que no puede ser comercializado como carne, y, según el especialista de la UNALM, en un futuro se puede establecer una raza o línea específica de cuyes para mascotas.
La tradición también nos habla de poderes de sanación, con la "pasada de cuy", o está el lado más lúdico con el cuy que predice el futuro. Lo cierto es que tenemos una especie con un potencial que podemos seguir aprovechando y descubriendo.
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