Los resultados mostraron que quienes sufrían ansiedad, el alto coeficiente intelectual aparecía asociado a mayor nivel de preocupación. En los sujetos sanos, esto no sucedía
Por complicado que resulte, la inteligencia y la preocupación están relacionadas con la escasez de colina, una sustancia que fortalece la memoria, vinculada además con la sustancia blanca subcortical del cerebro, la cual está asociada con el procesamiento de la información, concluye un estudio neurocientífico del Centro Médico Downstate de la Universidad Estatal de Nueva York (EE UU).
Preocuparse demasiado suele ser considerado un aspecto negativo de la personalidad, mientras que la inteligencia es una cualidad que se valora positivamente. Sin embargo, dicen los investigadores, la preocupación puede hacer a nuestra especie evitar situaciones peligrosas, por muy remotas que parezcan.
"Al no asumir riesgos, las personas preocupadas tienen más probabilidades de sobrevivir. Por lo tanto, como la inteligencia, la preocupación nos aporta un beneficio", explica el científico Jeremy Coplan, coautor del trabajo.
Para llegar a esta conclusión Coplan midió el coeficiente intelectual (CI) de pacientes con trastorno generalizado de la ansiedad y comparó con el de voluntarios sanos.
Los resultados mostraron que quienes sufrían ansiedad, el alto coeficiente intelectual aparecía asociado a mayor nivel de preocupación. En los sujetos sanos, esto no sucedía. El estudio también comprobó que tanto la preocupación como la inteligencia están caracterizadas por una falta de colina y otros compuestos relacionados en el cerebro.
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