El otorrinolaringólogo Fernando Salazar precisó que dicha corneta genera 127 decibeles y el oído humano está capacitado para soportar, sin verse afectado, entre 80 y 90 decibeles.
El estruendoso ruido que emiten las vuvuzelas, cornetas largas utilizadas por los aficionados para animar a sus equipos, tiene la potencialidad de causar un traumatismo acústico, consideró Fernando Salazar, otorrinolaringólogo del Hospital Nacional Docente Madre Niño "San Bartolomé".
Indicó que un estudio estableció que dicho instrumento, que ha cobrado popularidad en el Mundial de Fútbol Sudáfrica 2010, emite 127 decibeles (unidad de medida utilizada para el nivel de potencia y el nivel de intensidad de sonido).
"Para tener una referencia, un martillo neumático que usan en las pistas para hacer huecos genera entre 120 y 130 decibeles, un arma de fuego puede producir 130 ó 140 decibeles, así que en realidad es bien alto", señaló Salazar.
Precisó que los 127 decibeles generados por las vuvuzelas son percibidos cuando uno se encuentra a un metro de distancia y bajan a 110 ó 100 si la separación alcanza los dos metros.
Salazar explicó que el traumatismo acústico es una enfermedad ocasionada por la intensidad de sonido que llega al oído humano, el cual- agregó- está capacitado para soportar, sin verse afectado, hasta 80 o 90 decibeles.
"Cuando va por encima de 90 decibeles, el oído empieza a tener cierto traumatismo o daño que en algunos casos puede ser irreversible", agregó.
Expresó también que a partir de los 115 ó 120 decibeles, el sonido empieza a producir dolor en el oído, lo cual es una respuesta fisiológica.
"Toda situación que llegue a través de nuestros sentidos a nuestro cerebro y que está en una intensidad que sale de lo normal produce un cierto estrés, como una situación de ataque o irritabilidad al organismo", sostuvo.
Salazar manifestó que los tapones auditivos, estructuras hechas de esponja o silicona, son una opción para evitar el incómodo ruido de las vuvuzelas.
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