El linfedema se produce por la acumulación de la linfa en una extremidad que excede el de drenaje originándose por alguna alteración congénita o infecciosa.
Los vasos linfáticos se encargan de llevar la linfa de los tejidos hacia el sistema venoso que se encuentran presentes en casi todo el cuerpo.
La linfa está formada por agua, proteínas, linfocitos, entre otras células, jugando un papel muy importante en la defensa del organismo.
¿Cómo ayuda la fisioterapia al tratamiento de los linfedemas?
El linfedema se produce por la acumulación de la linfa en una extremidad que excede el de drenaje originándose por alguna alteración congénita o por una interrupción o compresión de procesos tumorales, infecciosos o post cirugía y radioterapia.
Dentro de los síntomas podemos encontrar la sensación de pesadez o presión de la extremidad afectada que van acompañado de un incremento progresivo del volumen y puede evitarse con un abordaje fisioterapéutico precoz.
El abordaje fisioterapéutico incluirá movilización de la extremidad afectada, técnicas de drenaje, vendaje y ejercicios progresivos que ayuden al bombeo a partir de los músculos; además la movilización de la cicatriz y la recuperación del rango articular y de la función de la extremidad.
Esto debe ir acompañado de la correcta educación del paciente para el cuidado y limpieza de la extremidad afectada que evite infecciones y para ayudar a la adecuada recuperación.
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