El estudio incluye que seis de cada diez consumidores de pasta básica de cocaína en Perú presentan signos de dependencia y que su consumo es más alto en la selva que en Lima.
La edad promedio de inicio en el consumo de la pasta básica de cocaína en Perú fueron los 13 años en los últimos tres años, mientras que en 2006 estaba entre los 15 y los 14 años, según un amplio estudio divulgado hoy en Lima.
La Comisión Nacional para el Desarrollo y Vida sin Drogas (Devida) y la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (UNODC) presentaron hoy el libro "La PBC (pasta básica de cocaína), cuatro décadas de historia, actualidad y desafíos", que reúne algunos datos de la IV Encuesta Nacional del Consumo de Drogas en Población General de 2012.
La PBC es un alcaloide impuro que se obtiene como un primer paso en la extracción a partir de las hojas de coca y su inhalación produce un efecto muy intenso y dependencia de extrema gravedad.
Los indicadores de uso de sustancias ilícitas en Perú muestran que la pasta básica de cocaína está disponible, es de fácil acceso y se vende a precios muy asequibles, por todo lo cual hay un riesgo de incremento en la tendencia de consumo, señala el informe.
Entre otros datos el estudio incluye que seis de cada diez consumidores de pasta básica de cocaína en Perú presentan signos de dependencia y que su consumo es más alto en la selva (1,4% del total de consumidores de drogas) que en Lima (0,8%).
El libro señala que el consumo de la PBC ha dejado de estar segmentado en la población de los estratos medio y bajo, pues en las dos últimas décadas se observan consumidores y pacientes dependientes de la PBC con alto poder adquisitivo.
El estudio presentado por el representante de la UNODC para Perú y Ecuador, Flavio Mirella, y la presidenta ejecutiva de Devida, Carmen Masías, reveló que esta droga es enviada desde Perú a Ecuador, Bolivia, Brasil, Chile, Argentina y Uruguay.
En los últimos años se ha incrementado el flujo de envíos terrestres hacia las regiones de Puno y Madre de Dios, fronterizas con Brasil, para desde allí colocarlos en ese país vecino, de acuerdo a información de UNDOC.
Las sustancias cocaínicas, como la PBC, provienen de las zonas peruanas del Alto Huallaga, Tingo María, Huánuco, Monzón, Tocache, Ayacucho, el valle de los río Apurímac, Ene y Mantaro (VRAEM), entre otros centros de cultivo de la hoja de coca.
En tanto, la refinación de la coca se realiza en las ciudades de Lima, Chimbote o Arequipa en las llamadas "cocinas" o laboratorios clandestinos ubicados en zonas periféricas.
La publicación presentada hoy ha recopilado los principales estudios epidemiológicos sobre el consumo de PBC, desde 1978 hasta 2012, los tipos de drogas cocaínicas y el análisis de su consumo en poblaciones especiales, como las mujeres y niños. EFE
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