Se trata de una prueba indolora y más fácil de administrar que las prueba tradicionales, además presenta poco margen para el error.
Un parche con diminutas agujas biodegradables que pueden penetrar la piel fue creado por un equipo de ingenieros de la Universidad de Washington (EEUU), para facilitar el diagnóstico de la tuberculosis.
"Con este sistema de microagujas hay poco margen para el error. Además es una prueba indolora y más fácil de administrar que la prueba tradicional" explica Marco Rolandi, autor principal del trabajo.
El parche ha sido probado en animales y la reacción de la piel asociada con la presencia de la infección de tuberculosis era la misma que cuando se utiliza la prueba de la aguja hipodérmica estándar (agujas con jeringuillas convencionales).
La ventaja, señalan, es que es más sencilla y sus resultados son más seguros que los de la prueba de la tuberculosis tradicional, especialmente en el caso de los niños, reacios a las agujas, o en los países en desarrollo, donde la atención médica es limitada.
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