El cáncer de colon es una enfermedad silenciosa que era más frecuente en personas mayores de 50 años.
El cantante español Pau Donés es el caso más reciente y conocido de un paciente con cáncer de colon, una enfermedad silenciosa que hasta ahora era más frecuente en las personas mayores de 50. Sin embargo, un reciente estudio hecho en población de Estados Unidos (EE.UU.) revela que este mal se está abriendo paso en adultos jóvenes.
La Sociedad Americana del Cáncer analizó la incidencia de cáncer de colon y de recto por año de nacimiento. Reportó que las tasas bajaron en las personas nacidas entre 1980 y 1950, mientras que incrementaron en las generaciones nacidas desde 1950.
"Los muchachos nacidos en 1990 tienen doble riesgo de cáncer de colon y cuatro veces más de cáncer de recto, comparado con personas nacidas en 1950. Los riesgos han ido aumentando 1 % por año desde los ochentas para la gente que tiene entre 20 a 39 años y se han elevado en 3 % por año para los jóvenes de 20 años", dijo Elmer Huerta, asesor médico de RPP Noticias, al comentar los hallazgos de la citada investigación.
Los expertos no han determinado las razones de estas nuevas estadísticas en EE.UU., aunque resaltan que existe un diagnóstico tardío, porque los médicos no sospechan la incidencia de esta enfermedad en adultos jóvenes.
Huerta indicó que en medicina se vincula el cáncer de colon con la alimentación, recordó un estudio epidemiológico que analizó a población japonesa, detectó que al mudarse a Hawaii y San Francisco, en Estados Unidos, bajó en ellos los índices de cáncer de estómago y subió el cáncer de colon, atribuido a los cambios en la dieta.
"¿Qué es lo que ha pasado para que la gente se alimente diferente desde el año 1950? Es la comida chatarra, excesivamente azucarada, alimentos industrializados, procesados y ultraprocesados".
Un mal que no avisa
El cáncer de colon tiene un avance silencioso e inicia en una carnosidad dentro del intestino grueso, donde se almacena el excremento antes de ser expulsado. Cuando los tumores crecen al tamaño de una naranja o mandarina, es que ocurre sangrado y se mezcla con las heces, aunque ello es casi imperceptible.
Para un diagnóstico oportuno, recordó Huerta, es necesaria una prueba anual de detección de sangre oculta en las heces de personas mayores de 50 años, y también una colonoscopia (visualización interna del colon y el recto). "Cuando se encuentra el tumor del tamaño de una coliflor muy pequeña, se saca el pedazo del intestino y prácticamente se cura, porque el 97 % de estas personas están vivas a los 15 años después de la operación. Pero si el tumor ya invadió las capas del intestino, la curación se hace imposible".
El consejo es tener una mejor relación con la comida. "Recordarle a los padres de familia que los alimentos procesados, ultraprocesados y las bebidas azucaradas son artificiales. Señora, cocine todos los días, dele a su hijo lo mismo que su mamá le dio a usted, comida fresca y recién preparada", concluyó el experto.
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