En el Reino Unido se está aplicando una terapia de acompañamiento de niños sordos con perros entrenados para detectar sonidos.
El perro no sólo es el mejor amigo del hombre, también es la visión de personas ciegas y ahora el oído para niños sordos. En el Reino Unido se está aplicando una terapia de acompañamiento de niños sordos con perros entrenados para detectar sonidos, peligros y para mejorar la interacción social de los menores.
Se les conoce como los hearing dogs o perros señal. Después del olfato, el oído es el sentido más desarrollado de los caninos. Posee unos pabellones auditivos muy grandes y una gran capacidad de orientación para buscar el origen de un sonido aunque sea distante.
Según un estudio de la fundación Hearing Dogs for Deaf People (Perros señal para personas sordas) este tipo de perros, especialmente entrenados, mejoran el comportamiento y el rendimiento de los menores en la escuela.
James Cheung tiene 11 años y es el dueño de Kurt, un enorme labrador. Kurt está entrenado para identificar y responder a los sonidos del hogar que un niño sordo no puede oír como el timbre de la puerta, un teléfono o alguna alarma. Kurt, además, ha demostrado ser mucho más que un perro que oye.
"Es un complemento maravilloso para nuestra familia", dice Louise, la madre de James. "No puedo recordar mi vida sin Kurt", agrega. A pesar de que Kurt lleva con ellos menos de un año, la mascota se ha convertido en un compañero cercano para James, quien es hijo único.
"James no podía dormir bien, tenía mucha ansiedad porque estaba siendo sometido a un tratamiento. Desde que Kurt duerme en su dormitorio, se siente mucho menos aislado cuando tiene que quitarse su audífono por la noche", comenta la madre.
Los perros para niños sordos son entrenados para identificar y alertar al pequeño sobre diferentes tipos de sonidos. Su compañero canino también le ha ayudado a relacionarse mejor con la gente, algo que siempre había sido una dificultad para James por una discapacidad para hablar.
Como informa bbc.co.uk el estudio de Hearing Dogs for Deaf People examinó el impacto de los perros en las vidas de doce niños sordos y sus familias en el Reino Unido desde 2008.
La investigación encontró que los perros tienen un efecto positivo en una serie de áreas: les ayuda a los padres a captar la atención de sus hijos, que el momento de ir a la cama y dormir sea más fácil y que los menores tengan más autoconfianza.
En los colegios los profesores notaron un mejor comportamiento de los niños mientras que los padres manifestaron una mayor armonía familiar. Además, los niños estaban más dispuestos a usar un aparato auditivo que suele ser un complemento para mejorar su hablar y su desarrollo académico.
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