El peso al nacer y otros factores que impactan en tu inteligencia

La inteligencia es un atractivo, pero alcanzar un mayor o menor nivel de coeficiente intelectual (CI) no tiene nada que ver con la belleza u otros temas estéticos. Por ejemplo, el bajo peso al nacer es un factor que influye, según un estudio de la Universidad de Copenhague (Dinamarca).

Los bebés que al nacer pesan menos de 2,5 kilogramos (5 libras, 8,2 onzas) han sido durante mucho tiempo vinculados a una variedad de problemas de salud, incluyendo el potencial de un menor coeficiente intelectual en la juventud.

Y el estudio danés determinó que los niños con un peso al nacer de 3,5 a 4 kilogramos obtuvieron cinco puntos más en las pruebas de CI a la edad de 28 años y de nuevo a la edad de 50 años. “Encontramos que la asociación entre el peso al nacer y la inteligencia es estable desde la edad adulta hasta la madurez", dijo a Medscape Trine Flensborg-Madsen, autor del estudio.
 
Los investigadores examinaron datos sobre casi 4.700 bebés nacidos en Copenhague entre 1959 y 1961, incluyendo registros de nacimiento y resultados de las evaluaciones de inteligencia realizadas cuando los participantes tenían 19, 28 y 50 años de edad.

Los autores precisan que el experimento no demuestra que los bebés de mayor peso sean más inteligentes, pues existen otros factores adicionales, como el nivel socioeconómico de los hogares, la edad gestacional de los bebés, el estrés materno o la inteligencia de los padres.

¿Cómo desarrolla nuestro cerebro?

El tiempo de gestación completo, es decir, 9 meses; y un peso normal, es decir, entre 3 a 4 kilogramos, son condiciones óptimas para el desarrollo del cerebro humano. Al contrario, un bajo peso al nacer o problemas durante el parto evita que el niño alcance las potencialidades que debería tener.

"Muchas madres no tienen atención médica en el parto y sufren asfixia perinatal, eso produce a largo plazo un bajo coeficiente intelectual por el daño en el cerebro", explica el neurólogo peruano David Lira.

El especialista señala que la maduración cerebral se da hasta antes del nacimiento, porque se reproducen entre 40 mil y 120 mil millones de neuronas y estas deben hacer conexiones neuronales (sinapsis), pero cuando el parto se adelanta hay consecuencias. "Un niño que nace a los 6 meses recién está en el proceso de división celular de las neuronas, pero así tienen que ser expuestos al medioambiente. Algunos se desarrollan normalmente y otros no".

Lira, director administrativo del Instituto Peruano de Neurociencias (IPN), anota algunas condiciones que hacen un ambiente adecuado para el crecimiento del niño: alimentación adecuada (lactancia materna o suplementos especiales), abrigo, limpieza, bajo nivel de ruido, temperatura adecuada. "Cuando el niño supera la etapa peligrosa de los primeros 6 meses de vida, mucho depende de la estimulación de los padres".

El factor genético también influye, y potencialmente el niño puede mejorar el coeficiente intelectual de sus padres.

La psicóloga educacional María Julia Cárdenas coincide. "Los niños nacen con una dotación genética que marca su desarrollo intelectual, pero depende del medioambiente y la estimulación que puedan tener, el que desarrollen ese potencial".

La experta precisa que la casa y los padres son el primer ámbito de estimulación; el colegio, el parque, las academias o los amigos son parte de un segundo nivel.

Pero se debe destacar la estimulación paterna permanente que lleva al niño a cuestionarse las cosas, a buscar soluciones y plantearse retos cotidianos.

"El juego es otra manera de desarrollar habilidades de pensamiento, memoria o concentración, asociados al orden emocional y la tolerancia a la frustración, criterios que suman a la inteligencia más amplia, la emocional. Si los privamos de estos estímulos, por mucho que tengan el potencial no desarrollarán un buen nivel", concluye Cárdenas.