Medida busca frenar la importación de profilácticos chinos o malayos que no siempre ofrecen todas las garantías sanitarias requeridas.
El afán del Gobierno argentino por potenciar la industria nacional y reducir las importaciones ha llegado a un sector tan sensible como la producción de preservativos.
El secretario de Comercio Interior, Guillermo Moreno, fue el encargado de reunir a las dos empresas productoras de preservativos en Argentina, Kopelco y Prime, para pedirles que incrementen la producción para frenar las importaciones.
El tema de fondo, explicó hoy a Efe Felipe Kopelowicz, director de Kopelco, productora de la marca Tulipán, es que la importación de este producto se realiza mediante licitaciones del Ministerio de Salud a las que suelen concurrir compañías chinas o malayas que no siempre ofrecen todas las garantías sanitarias requeridas.
Para evitar este problema y potenciar la industria local, el funcionario pidió a las dos empresas del sector que aumenten un 25 por ciento su producción para satisfacer la demanda interna. Según cálculos del sector, el mercado local consume alrededor de 180 millones de profilácticos al año, una media de unos 4,5 por persona.
El grueso de la producción de ambas empresas se queda en el mercado interno, aunque alrededor de un 10 por ciento se destina a Venezuela, Paraguay y Uruguay.
"Estamos estudiando las posibilidades de aumentar la producción, porque se requieren inversiones y aumentar las compras de materias primas", agregó el empresario, que adelantó que volverán a reunirse con el funcionario en un par de semanas para concretar los planes de producción.
Los profilácticos argentinos se elaboran con látex importado de Malasia aunque, explicó Kopelowicz, "el valor agregado viene de los controles y del trabajo de laboratorio, y eso es puro trabajo argentino".
De acuerdo con datos del sector, el grueso de los compradores de preservativos en Argentina es hombre -nueve de cada diez-, más de la mitad son menores de 35 años y una gran parte de las ventas se realiza en kioscos.
El Gobierno de Cristina Fernández ha puesto en marcha una política de protección de la industria nacional que pasa por un severo control de las importaciones que afecta prácticamente a todas las actividades económicas.
EFE
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