La cesárea es uno de los tipos de cirugía del que más se abusa en el mundo. La Organización Mundial de la Salud estima que solo entre 10% a 15% de los partos en el mundo necesitan cesáreas.
En el mundo médico existe una tendencia cada vez más grande de usar a la cesárea como una técnica estándar de parto, más frecuente que el propio parto normal. Si bien estas se practican con libre acuerdo de las pacientes y los médicos, se ha comprobado científicamente que muchas de ellas son “innecesarias” y pueden reducirse.
La cesáres es una de los tipos de cirugía de las cuales más se abusa, en especial en mujeres que dan a luz por primera vez. La Organización Mundial de la Salud (OMS) estima solo entre 10 y 15% de los partos a nivel mundial necesitan cesáreas por razones médicas, pero en la práctica existen algunos centros donde se hacen las cesáreas con una frecuencia de 30%, 45%, 50% y hasta 90%, advirtió el Consejero Médico de RPP Noticias, Elmer Huerta, en el programa La Rotativa del Aire.
Muchos médicos y obstetras argumentan que las cesáreas se realizan por seguridad. Porque así no se toma ningún riesgo. Sin embargo, Elmer Huerta había anunciado en una oportunidad pasada que las cesáreas elevan el peligro de que durante el parto se produzca sangrado, cortes en la vejiga, coágulos en las piernas y problemas con la anestesia. Nueve de cada 1000 mujeres sometidas a cesárea van a cuidados intensivos.
¿Cómo se puede reducir la práctica de la cesárea innecesaria?
Un estudio publicado en la revista de Obstetricia y Ginecología demuestra que, si se hace un programa educativo para disminuir las cesáreas innecesarias, se puede, sin que se afecte la salud de la madre y el bebé.
La investigación se hizo en California (Estados Unidos), donde se logró reducir la tasa de las cesáreas en 24% sin efecto negativo algunos en madre y niños. Esta meta se alcanzó luego de una intervención educativa a obstetras y médicos de 56 centros hospitalarios, que ofrecieron hasta 120 mil servicios de primeros embarazos. El programa educativo fue liderado por un médico y una enfermera de cada centro de salud intervenido.
Huerta explicó que mediante el uso de guías, que fueron elaboradas por el Colegio Americano de Obstetras y Ginecólogos y la Sociedad Norteamericana de Medicina Fetal, se capacitó en el control de calidad del manejo del parto en obstetras y en enfermeras.
Del 2015 al 2017 las tasas por partos en cesárea se redujeron en un 24% y en algunos centros hasta en 50%. Este cambio no produjo alguna diferencia en la frecuencia de infecciones de la placenta, laceraciones vaginales o el uso de trasfusiones de sangre materna durante el parto. Además, el sufrimiento fetal fue menor en niños nacidos en parto normal.
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