El sueño de la universidad muchas veces se puede convertir en una pesadilla ya que la frustración de no ingresar es difícil de manejar para un adolescente.
Es invitable, el examen de admisión a una universidad genera espectativa y mucha ansiedad, sin embargo la alegría del ingreso muchas veces contrasta con la tristeza de la derrota, es aqui cuando la frustración aparece y muchas veces los adolescentes no saben como manejarla.
En diálogo con RPP Noticias, Freddy Vásquez, psiquiatra del Hospital de Salud Mental Honorio Delgado-Hideyo Noguchi señaló que entre un 25 a 30 por ciento de la población preuniversitaria padece de cuadros de ansiedad a causa del exámen.
Según el especialista la frustración que genera el no ingresar a la universidad, muchas veces puede devenir en serios cuadros de depresión que muchas veces se manifiestan en cambios de conducta.
Por ello Vásquez indicó que los padres deben establecer una relación de confianza con sus hijos para que puedan conocer sus reales aptitudes, qué es lo que quieren y qué necesitan para encarar de mejor manera el proceso de admisión a una universidad.
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