Un promedio de 250 millones de personas a nivel mundial padece de este trastorno. Las mujeres son las más afectadas con 170 millones de casos registrados. Una complicación de la ansiedad puede llevar al trastorno obsesivo-compulsivo.
¿Alguna vez te has obsesionado con algún plan a futuro que crees que va a salir mal y te adelantas a los resultados negativos? Pues esa es una de las primeras señales de alerta que indican que puedas estar sufriendo un trastorno de ansiedad. Una preocupación por el futuro sin sustento alguno que lo desencadene.
Es tanto la expansión por el mundo de este trastorno de ansiedad que incluso los intelectuales y decisores de la economía mundial lo consideran el primer problema a la salud mental en todo el mundo. Según el Foro Económico Mundial, un promedio de 275 millones de personas sufre de ansiedad, lo que equivale un 4% de la población mundial.
De acuerdo con las proyecciones de dicha institución, cada país tendría “una población ansiosa” que ocupa entre 2,5 % y 6,5 % del total de sus ciudadanos. Sin embargo, son las mujeres las más afectadas porque ocupan un 62% del total de la población afectada. Son 170 millones de mujeres con ansiedad frente a 105 millones de hombres.
SEÑALES DE ALERTA
RPP Noticias se comunicó con la psicóloga Liliana Tuñoque, la cual señaló que las señales de alerta de un cuadro de ansiedad son múltiples. Pueden ser físicas como palpitaciones fuertes en el pecho, aceleración de las palpitaciones cardíacas, sudoración, temblores corporales, presión en el pecho e incluso taquicardia. Estos efectos que pueden asustar al paciente, “les genera aún más ansiedad y preocupación”, dijo la psicóloga.
Tuñoque agrega que también hay señales de alerta psicológicas como inquietud, angustia, sensación de miedo, sensación de amenaza que genera inseguridad, sensación de vacío y de falta de control sobre una situación.
“Todo esto nos hace sentir más torpes, estamos bloqueados, no podemos tomar decisiones adecuadas, sentimos que estamos mal y que nadie nos entiende”, enfatizó Tuñoque.
La neuróloga de la Clínica Internacional, Koni Mejía explicó que cuando un cuadro de ansiedad aparece en el cerebro de manera prolongada altera a nivel funcional y estructural el sistema nervioso central. “Produce una desregulación de neurotransmisores como de serotonina, la noradrenalina y el cortisol; además activa el circuito cerebral de la amenaza”, precisó.
Entre las complicaciones que se pueden presentar si no se atiende prontamente un trastorno de ansiedad, encontramos los trastornos de pánico, de fobias, trastornos de estrés postraumático, pero el más grave es el Trastorno Obsesivo Compulsivo (TOC).
“Un TOC sucede cuando la persona tiene pensamientos repetitivos y angustiantes que se convierten en obsesiones. Tiene el objetivo de intentar controlar aquello que resulta amenazante. Sienten una necesidad imperiosa de realizar rituales o comportamientos llamados compulsiones. Por ejemplo, el temor de contaminarse con un germen está presente, la obsesión es lavarme las manos convulsivamente”, agregó Tuñoque.
Las especialistas recomiendan que si una persona empieza a sentir las señales de alerta de ansiedad acudan a profesionales vinculados a la psicología y la psiquiatría para tratarse.
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