El Consejero Médico de RPP Noticias Elmer Huerta explica que eso demuestra que un pedófilo podría volver a cometer actos de violencia pues la medicina no funciona sobre su agresividad.
Salud
En otros países, los pedófilos entran en tratamientos de psicoterapia y en estos también se incluye el método de la castración química.
El Congreso aprobó en primera votación el proyecto de ley que busca implementar la cadena perpetua y la castración química para violadores de menores de 14 años. Según el Consejero Médico de RPP Noticias Elmer Huerta esta medida es precipitada y debe ser tratada también desde la perspectiva psicológica.
“Una cosa es el deseo sexual y otra el deseo psicológico de los pedófilos. Con excepción de Polonia, Rusia y algunos lugares en Estados Unidos, la mayoría de países que la han aprobado tienen programas voluntarios (de psicoterapia) en el que los mismos pedófilos, arrepentidos, solicitan la castración química como parte del tratamiento de su enfermedad”, explica.
El deseo sexual es un proceso mental que no depende del funcionamiento de la testosterona. Según el especialista, una reciente revisión sobre el tema demostró que los pedófilos tienen niveles más bajos de testosterona que los hombres que no lo son.
En Gran Bretaña, la prisión de Whatton practicó la castración química con medicamentos a 100 de los prisioneros. Se concluyó que un 5% volvió a sus hábitos sexuales luego de quedar libres. “La efectividad de estas medicinas solo van del 5% al 40%”, comenta Huerta.
¿Cómo se define a un violador? De acuerdo con el manual "Diagnóstico y Estadístico de los Trastornos Mentales (DMS-5)", este personaje es un enfermo de pedofilia, un tipo de comportamiento en el que se muestra deseos incontrolables para tener relaciones sexuales con menores de edad.
“No todos los condenables actos que tienen los pedófilos son explicados por la testosterona. Por lo mismo, la castración, ya sea quirúrgica o con medicamentos, no siempre es efectiva”, sostiene Huerta. Para implementar la medida, se prescriben pastillas o inyecciones mensuales, con costos variables.
Los hombres con tratamientos para el cáncer de próstata fueron la población de análisis. Ellos son intervenidos quirúrgicamente para retirarles los testículos o se utiliza en ellos medicamentos de castración química. “Los tratamientos, el médico y el quirúrgico, son de diferentes tipos y con diferentes mecanismos de acción. Ambos buscan eliminar la producción de la hormona masculina testosterona”, puntualiza.
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