Un estudio halló que las personas con una pérdida auditiva de 25 decibeles (calificada de leve) tenían casi tres veces más probabilidades de tener antecedentes de caídas.
Investigadores de la Universidad de Johns Hopkins evaluaron la capacidad auditiva de más de 2,000 personas entre los 40 y 69 años e hicieron que respondan a una serie de preguntas sobre si habían sufrido una caída.
El estudio halló que las personas con una pérdida auditiva de 25 decibeles (calificada de leve) tenían casi tres veces más probabilidades de tener antecedentes de caídas que las que no sufrían de pérdida auditiva.
Para tener resultados más preciso, los investigadores tomaron en cuenta otros factores relacionados con las caídas, como la edad, el sexo, la raza, la enfermedad cardiaca y el equilibrio.
Las personas con pérdida auditiva no tienen una buena concienciación de su ambiente general, lo que las hace más propensas a tropezar y caerse, señaló el autor del estudio, el doctor Frank Lin.
"El modo de andar y el equilibrio son cosas que la mayoría de personas dan por sentadas, pero en realidad son cognitivamente muy demandantes", aseguró Lin, otólogo y epidemiólogo.
Según el "Johns Hopkins Medical Institutions", el especialista sugiere que también podría suceder que con la pérdida auditiva, el cerebro se vea abrumado ante las demandas sobre sus recursos limitados.
"Si la pérdida auditiva plantea una carga cognitiva, quizás haya menos recursos cognitivos para ayudar a mantener el equilibrio y la forma de andar", finalizó.
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