Cepillar la lengua tiene beneficios que van más allá de prevenir el mal aliento. Se trata de un hábito que tu boca agradecerá a largo plazo.
Mantener una correcta higiene bucodental requiere establecer un hábito de limpieza que incluya el cepillado, el uso de hilo dental, el enjuague y una visita periódica al dentista.
La buena noticia es que cada vez las personas se preocupan más por su salud dental; sin embargo, durante el cepillado muchos suelen cometer el error de pasar por alto la lengua.
Si bien es cierto que hacerlo puede dejar una sensación de picor muy desagradable, el cepillado de lengua es vital para mejorar nuestra salud bucal y así evitar enfemedades dentales.
De hecho, un estudio de la Universidad de Harvard sugiere que en la boca viven alrededor de 700 bacterias, algunas buenas y otras no tanto, y que son las que causan el mal aliento (halitosis) y otras afecciones bucodentales.
Esto se produce porque las protuberancias que hay en la lengua, como las papilas, esconden cientos de bacterias que solamente el cepillado y el uso de enjuague bucal son capaces de contrarrestar, explica Euan Swan, director del programa dental de la Asociación Dental Canadiense.
En ese sentido, el experto aclara que un buen cepillado dental debe incluir necesariamente un cepillado de lengua. De esta manera se evitan afecciones dentales como el mal aliento, las caries, gingivitis (inflamación y sangrado de encías), afectaciones al sentido del gusto e incluso cáncer bucal.
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