A nivel mundial más de 1.300 millones de personas tiene algún tipo de deficiencia visual y entre las principales encontramos al glaucoma. En el Perú entre 1% a 2% de la población tiene este mal.
Pocos se detienen a pensar en que el ojo humano es una suerte de caja de reflejos que convierte la luz exterior en señales eléctricas, las cuales son llevadas hacia nuestro cerebro para ver lo que vemos. El encargado de llevar esas señales es el nervio óptico, que realiza la proeza de la visión humana y que es también el nervio perjudicado por el glaucoma.
La acumulación de fluidos en la parte delantera del ojo es la principal causa de esta enfermedad. El exceso de este fluido presiona la visión ocular y daña el nervio óptico. Este fenómeno termina quitando la visión y ocasionando dolor intenso en la cabeza y ojo. El glaucoma afecta a millones de personas en el mundo.
En el Perú entre 1% a 2% de la población tiene glaucoma, es decir, un promedio de entre 10 mil hasta 20 mil peruanos, de acuerdo con el oftalmólogo de la Clínica Internacional, Juan Alberto Dios, quien también es miembro y expresidente de la Sociedad Peruana del Glaucoma.
El oftalmólogo brinda el siguiente ejemplo para entender la presencia del glaucoma en el país. “Si en una tienda por departamentos en un determinado momento hay 500 personas comprando, es posible que 5 a 10 de ellos tengan glaucoma, el problema es que es muy probable que no lo saben”, alertó el médico.
La razón por la que la que los peruanos no se percatan del glaucoma es porque no esta enfermedad ocular no presenta síntomas en etapas iniciales y cuando lo hace está en una etapa avanzada.
“El paciente se da cuenta del glaucoma cuando presenta dificultades de visión. Se tropieza con las cosas, se cae. Mientras más pronto se detecta el glaucoma, mayor posibilidad habrá para tratarlo”, precisó el oftalmólogo.
La detección temprana es la mejor prevención
Entre los factores de riesgo que elevan la posibilidad de padecer glaucoma encontramos: tener más de 40 años; presentar orígenes étnicos negros o latinos; padecer de presión intraocular elevada, diabetes, hipertensión arterial, miopía o hipermitropia alta; uso de corticoides de manera frecuente; además, los antecedentes familiares también son decisivos para que la persona tenga que realizar un despistaje temprano.
“Debes ir a realizarte un despistaje de glaucoma a partir de los 40 años, pero si tienes antecedentes familiares es necesario ir a hacerte el examen desde los 30 años”, manifestó Juan Dios.
En la actualidad, el glaucoma no es sinónimo de ceguera inmediata. Si se le detecta en un estadio inicial, el paciente puede ser tratado con gotas especiales que reducen la presión ocular. Solo si es avanzada el profesional de la salud puede realizar una cirugía láser o tradicional. En ambas situaciones el paciente puede recuperar su visión. Solo si se abandona el tratamiento la enfermedad puede volver a aparecer.
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