Aparte de la necesidad de miccionar, esta enfermedad se caracteriza por un dolor en la zona de la vejiga que puede aumentar durante las relaciones sexuales y, en la mujeres, durante la menstruación.
Un dolor profundo en la parte baja del abdomen y unas ganas reiteradas de orinar es lo que caracteriza a la cistitis intersticial, también conocida como síndrome de la vejiga dolorosa. Si bien afecta a personas de ambos sexos a cualquier edad, tiene mayor presencia en mujeres entre los 20 a 40 años.
Aparte de un dolor en la zona baja del abdomen, también puede producir un daño en el área pélvica, el área genital u otras áreas del cuerpo.
Durante el día una persona debería miccionar entre 4 a 6 veces, sin embargo, si sufren de este síndrome, pueden hacerlo desde 15 hasta 40 veces, según el urólogo Miguel Cárdenas de la Clínica Urológica Avanzada UROZEN, quien agrega que durante la noche una persona puede despertarse y orinar hasta 10 veces.
“Por la generalidad de sus síntomas, en ocasiones resulta complicado diagnosticar a un paciente, ya que este síndrome suele confundirse con infecciones urinarias. En el caso de las mujeres, con enfermedades pélvicas y presencia de quistes. En los hombres, podría ser confundido con una prostatitis o problemas en el intestino”, sostiene el urólogo Cárdenas.
Síntomas de la vejiga dolorosa
Entre los síntomas que pueden comprobar que una persona tiene la vejiga dolorosa es la sensación de querer orinar de manera de forma urgente y con frecuencia. Esta sensibilidad dolorosa puede estar presente en la vejiga, la uretra, la vulva, la vagina o el recto.
Durante el período menstrual en el caso de mujeres y durante las relaciones sexuales en ambos sexos, el dolor en los músculos del suelo pélvico, el abdomen bajo y en la parte baja de la espalda puede agravarse.
“Otra forma (de síntoma) también es que antes de orinar, el paciente presenta mucho dolor; sin embargo, luego de haber miccionado, el dolor pasa, puesto que la vejiga se relaja, esto también podría indicar que nos encontramos frente a un caso de síndrome de vejiga dolorosa”, señala el urólogo.
Para poder diagnosticarse este tipo de dolencia se puede realizar una prueba de orina, una cistoscopia o una biopsia.
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