En época de escasez de agua potable es importante considerar otras opciones para evitar la deshidratación y las enfermedades.
Para muchas personas, comprar agua para beber en tiendas o supermercados es siempre la primera opción, pero en un contexto de escasez, hay otras soluciones que pueden ayudarte a consumir este líquido vital de forma segura, sin salir de casa, ahorrando dinero y siendo responsable con el medio ambiente.
Aquí tres métodos sencillos e infalibles para lograrlo:
Hirviéndola. Aunque es la solución más conocida, muchos no saben hacerlo de forma correcta. Según Ana Cecilia Zubieta, especialista en saneamiento básico de la Dirección General de Salud Ambiental (DIGESA), lo recomendable es hervir el agua entre 5 y 10 minutos como mínimo (lo ideal son 20 minutos). Una forma fácil de mejorar su sabor es traspasarla repetidas veces de un recipiente a otro.
Con lejía. La lejía es uno de los desinfectantes más efectivos. Para purificar al agua con esta opción lo primero que debes es echar dos gotas por cada litro, mezclarla bien y dejarla reposar durante 30 minutos.
Con cloro. Una opción similar es el cloro. Eva María Ruíz, directora general de promoción de salud del Ministerio de Salud (MINSA) menciona que también es posible desinfectar el agua utilizando pastillas de cloro. “Tenemos pastillas de cloro fabricadas por DIGESA a la venta en farmacias, hospitales y postas médica alrededor del país”. Esta solución sirve para desinfectar 20 litros de agua, pero se debe utilizar cada ocho horas, ya que el cloro se evapora en ese tiempo.
Con yodo. Para aumentar su efectividad, es necesario filtrar el agua antes, echar de 2 a 10 gotas por litro, mezclarla y dejarla reposar entre 15 y 20 minutos.
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