Entre las principales causas están los factores externos como la iluminación y el lugar donde se lee o la hora y hasta una patología del sueño.
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Un lugar de luz tenue no es ideal. Luz natural o clara y equilibrada ayudará a concentrarse mejor en el texto.
Es un día de otoño y lo único que queremos es llegar a casa a seguir leyendo el libro que dejamos a medias un día antes. Nos ponemos cómodos, nos cubrimos con una manta, tomamos una taza de café y abrimos el texto elegido. Una página, dos y despertamos cuatro horas después con un fuerte dolor en el cuello y un sentimiento de frustración por solo avanzar cuatro hojas. Si esta situación le resulta familiar, los especialistas tienen una explicación.
Para la psicóloga de Clínica Internacional Liliana Tuñoque, las causas para este repentino sueño podrían ser varias: desde la temática de la obra, el lugar donde se lee hasta problemas en la visión y patologías del sueño.
“Lo que tenemos que determinar es si es por un factor externo, como ya sea que la persona no durmió lo suficiente o porque el lugar donde lee no es adecuado o está leyendo en horas donde la vigilia disminuye, cerca de las horas de siesta o después del almuerzo”, explica.
De acuerdo con la especialista, el insomnio también podría ser causa de quedarse dormido mientras se lee. “Esa dificultad para conciliar el sueño y que de alguna u otra manera no tiene un sueño reparador o en el peor de los casos ni siquiera logran dormir. Para poder dar un buen diagnóstico es necesario darse cuenta si es un factor externo o de salud el que lo propicia”, señala.
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Si sufre de episodios repentinos de sueño, elija descansos determinados. La especialista recomienda leer 25 minutos y repose, cinco.
Tuñoque comenta que la hora para leer depende de cada persona y está directamente relacionada a la curva de vigilia. Según explica la especialista, en la mayoría de los casos los horarios nocturnos llevan al cuerpo a prepararse para dormir.
“Eso depende de cada persona y del momento en que tenga disposición para leer, del momento propicio. Hay personas que leen en la mañana o en la noche, pero sí es necesario evitar ciertos horarios, como el de la siesta, de 1 a 3 de tarde y horarios a partir de las 10 de la noche, aunque en algunos casos puede variar”, dice.
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Leer escuchando música puede ser una buena idea para su lectura. Tuñoque recomienda que elija una melodía sin voz y de sonidos de viento en su preferencia. El jazz es el género musical ideal.
La especialista recomienda que para leer satisfactoriamente y no dormir en el intento consideremos los siguientes factores:
- Posición: Estar cómodos es la clave. Elija una silla ergonómica, que se adecúe a su cuerpo y posicione el libro en un ángulo de 45 grados reposándolo sobre una mesa. Evite leer en la cama, pues su cerebro asociará el lugar con la hora de sueño.
- Iluminación: Un lugar de luz tenue no es ideal. Luz natural o clara y equilibrada ayudará a concentrarse mejor en el texto.
- Descanso: Si sufre de episodios repentinos de sueño, elija descansos determinados. La especialista recomienda leer 25 minutos y repose, cinco. Tener respiros en medio de la lectura lo ayudará a concentrarse y sacarle un mayor provecho a su texto.
- Sonido: Leer escuchando música puede ser una buena idea para su lectura. Tuñoque recomienda que elija una melodía sin voz y de sonidos de viento en su preferencia. El jazz es el género musical ideal.
- Motivación. Elija una temática de su interés, eso ayudará a mantenerlo atento a la trama y evitará que duerma durante la lectura. Si no sabe por cuál libro comenzar, los clásicos de la literatura como La Odisea, El Principito y Tom Sawyer, son una buena opción.
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