El sueño se considera esencial para la regulación metabólica del cuerpo, especialmente en los niños. Los desórdenes del sueño son considerados un problema de salud pública.
Diversos estudios demuestran que los seres humanos duermen durante un tercio de sus vidas. Tal como comer o beber, el sueño es una necesidad básica humana, y elemento crucial en la salud y bienestar general.
“Estadísticas* indican que cerca de un 30% de peruanos adultos duermen menos de seis horas. Aproximadamente un 10% de ellos tienen el diagnóstico de insomnio”, señaló el Dr. Darwin Vizcarra, neurólogo y director de Hypnos – Instituto del Sueño de Clínica San Felipe.
Además, precisó que los desórdenes del sueño implican una importante carga a nivel individual y social, considerándose incluso un problema de salud pública. Así, la falta de sueño puede tener un efecto negativo sobre la vida familiar y las relaciones interpersonales. De hecho, está relacionada a condiciones como depresión, ansiedad y psicosis.
Por su parte, el ronquido asociado a pausas en la respiración durante el sueño también es un problema, más allá del malestar que genera a quien acompaña al roncador, constituye un riesgo de salud importante llamado el síndrome de apnea obstructiva del sueño (SAOS); asociado con cansancio matutino, dificultad para mantenerse despierto durante el día, sueño interrumpido nocturno, cambios en el ánimo, irritabilidad, y disminución de la concentración.
Los síntomas antes mencionados pueden pasar desapercibidos en un adulto mayor, ya que el ronquido no necesariamente es la manifestación principal; otros síntomas como levantarse en las noches a orinar, tendencia a las caídas, cambios en el ánimo y compromiso cognitivo, pueden presentarse.
Investigaciones recientes demuestran además que dichos ronquidos producen incremento en la probabilidad de desarrollar hipertensión arterial, así como, riesgo de infarto cerebral, infarto cardiaco, y arritmias cardiacas.
Del mismo modo, se viene estudiando su asociación con el deterioro cognitivo (problemas de memoria y otros relacionados con la presencia de micro infartos cerebrales). Al respecto, investigaciones del Instituto Hypnos de Clínica San Felipe han podido identificar la relación entre microinfartos cerebrales y una mayor severidad de apnea del sueño.
“Recientemente, se discute la posibilidad de un incremento del riesgo de padecer la enfermedad de Alzheimer en relación a trastornos del sueño. Por lo que un sueño adecuado favorecería la salud y el envejecimiento feliz”, indicó el Dr. Vizcarra.
EL DATO
* Según la Sociedad Mundial del Sueño, para que el sueño sea de buena calidad debe cumplir con las siguientes condiciones:
* Duración: las horas de sueño deben ser suficientes para que uno despierte descansado y se mantenga alerta durante el día siguiente.
* Continuidad: los periodos de sueño deben ser continuos, sin interrupciones.
* Profundidad: el sueño debe ser lo suficientemente profundo para ser restaurativo.
* El sueño, como el ejercicio y la nutrición, se considera esencial para la regulación metabólica del cuerpo, especialmente en los niños. Se ha encontrado una asociación entre la duración del sueño y la obesidad infantil.
(*)Fuente: Instituto Nacional de Salud Mental Honorio Delgado - Hideyo Noguchi.
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