El apego de la madre y el bebé es vital para el futuro niño o niña; sin embargo, la presencia del padre, como apoyo a la madre, es el complemento a este vínculo de amor.
La figura de la madre siempre está presente durante el desarrollo y crecimiento del bebé. Nadie como ella para cuidarlo en los inicios de la vida.
Pero, esta madre requiere también ser cuidada, la familia es un soporte importante, sobre todo los cuidados y estabilidad que el esposo le brinde.
“Los cuidados que el padre prodiga tienen también lugar en relación al bebé. Se convierte en la imagen complementaria de sostén afectivo y el bebé siente su presencia, su voz, su mirada; es por eso que no deben haber gritos ni altisonancias; el trato amable hacia la madre debe ser tierno involucrándose en el sentir esencial de la pareja madre bebé”, señala el doctor Pedro Morales, médico psiquiatra y psicoanalista.
Aunque la realidad muestra con frecuencia que este protagonismo paterno está más bien marcado por la ausencia o la distancia, el acompañamiento saludable del padre irá sosteniendo la evolución de la madre-hijo, estableciendo el vínculo del apego que va surgiendo con el crecimiento del bebé, finalizó Morales.
Pueden encontrar al doctor Morales en: http://www.consultalinea.blogspot.com/ http://reflexionesdelavidadiaria.blogspot.com/
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