Los peruanos leemos en promedio 0.86 libros al año, según el Centro Regional para el Fomento del Libro en América Latina y el Caribe (CERLALC- UNESCO).
Leer es algo que apasiona a la actriz inglesa Emma Watson. A ella la hemos visto escondiendo libros en los metros de Londres y Nueva York. Con la misma motivación de incentivar la lectura, el artista Sergio Galliani lidera un grupo de Facebook llamado: Buscadores de Libros - Perú.
Estas son algunas de las iniciativas mundiales que promueven la lectura, un hábito que ejercita la memoria, nos hace vivir emociones, mejora nuestro vocabulario, entre otros beneficios.
Según explica la psicóloga educacional y terapeuta María Julia Cárdenas, la niñez es la mejor etapa del desarrollo para inculcar el gusto por leer. Los padres deben acompañar ese proceso. “Es una actividad que no es ni pasiva, ni aislada, ni solo tuya, es una actividad que puede ser compartida a través de la pregunta, del comentario. Te puedo leer un párrafo”.
Leer en voz alta, en grupo o leerles a otros, hacen que esta actividad sea más placentera. Además, ninguna alternativa es mejor que otra: los cómics, los cuentos, las novelas y los periódicos, son opciones válidas. "Y van a haber momentos en que lectura puede ser aburrida y tediosa. Entonces, busquemos otra lectura, hay que tener paciencia y tolerancia”, dice la especialista.
Así como tenemos un horario para comer o dormir, la lectura -que es una puerta al aprendizaje- también necesita un espacio real de tiempo. “Dentro de la rutina diaria generar un espacio para la lectura, que se diferencia de la búsqueda de información que es atolondrada, que busca y abre ventanas, cierra, leen un pedazo para pasar a otro”.
Además, leer en papel o en herramientas digitales sí beneficia a la salud, siempre que se entienda lo que se lee, explica el neurólogo David Lira. "La lectura frecuente hace que uno desarrolle múltiples conexiones neuronales que van a permitir que uno tenga menos envejecimiento cerebral, menos riesgo de padecer enfermedades neurodegenerativas, como el Alzheimer o la demencia”.
La magia de volver a leer el párrafo que más te ha gustado o viajar a través del mundo gracias a relatos bien descritos, son experiencias gratificantes. El libro es ese compañero que nunca debería irse de tu mesa de noche.
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