Estudios demuestran que las personas sin pareja llevan vidas plenas, pero que las demás personas tienen prejuicios negativos con respecto a ellos.
Desde que era pequeña, Melissa soñaba con tener la vida que ahora disfruta: un trabajo interesante, un departamento propio, amigos entrañables y la compañía de un chihuahua. Sin embargo, ni sus padres ni sus amistades creen que sea feliz. Ellos siempre están tratando de buscarle una pareja, aunque Melissa asegure que no lo necesita.
Tenemos la tendencia de pensar que las personas logran la plenitud de su vida cuando se casan o pueden mantener una relación estable por un tiempo prolongado. La psicología ha estudiado los prejuicios que se tiene hacia los solteros. La profesora Bella de Paulo, autora del libro “Solteros: cómo son estereotipados, estigmatizados e ignorados”, comprobó que a pesar de ser igual de exitosos, las personas sin compromisos son apreciadas como menos felices y satisfechos con sus vidas.
“Creamos biografías ficticias con información detallada, y se las dimos a dos grupos de personas: al primero les indicamos que se trataban de historias de sujetos casados, y al segundo grupo les comentamos que se trataba de personas solteras. Los participantes de la investigación evaluaron a las personas solteras de manera más negativa que a las casadas, a pesar de que las biografías eran idénticas de no ser por el detalle del estatus marital”, explicó de Paulo en la revista Psicología Hoy. Esto indica, según la autora, que tendemos a estereotipar a los solteros como menos autos realizados.
Esta tesis también fue encontrada en una serie de investigaciones realizadas por Tobias Greitemeyer. El científico convocó a personas solteras y casadas y les pidió evaluar perfiles de individuos en diversos estatus románticos. Además, se les requirió comparar las biografías observadas con sus propias personalidades y con el nivel de satisfacción experimentado con respecto a sus propias vidas.
Los solteros fueron estereotipados como individuos con menor autoestima, con menor satisfacción en la vida, menos atractivos, más solitarios, más neuróticos y con menores habilidades sociales. Además, se les consideró menos agradables.
Los solteros, desafiando paradigmas
¿Por qué no creemos que las personas sin relaciones románticas sean felices? De Paulo ensaya varias explicaciones al respecto. “A veces, la creencia de que los casados son mejores que los solteros viene de la inseguridad. Un estudio demostró que las personas que dudaban de sus habilidades para tener una relación buena, saludable y positiva defendían en mayor medida esta creencia.”
Además, la investigadora argumenta que creer en la superioridad de las personas casadas es una manera de defender el actual sistema social. “Por razones personales, culturales e ideológicas, muchas personas quieren creer que las personas casadas son mejores que las solteras. Si esto es cierto se deberían de dar ciertas dinámicas psicológicas: en primer lugar, ellos se deberían resistir a la idea de que los solteros pueden ser verdaderamente felices. Asimismo, deben ser más propensos a menospreciar a las personas que han elegido ser solteras. Esto es exactamente lo que nuestros experimentos han demostrado”, finaliza la Ph D en psicología social.
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