La lactancia materna y el peso del bebé son algunos aliados para bajar los kilos demás que deja el embarazo.
Es normal que luego de dar a luz, la mujer quede con un exceso de peso, una forma natural y efectiva de bajar esos kilos demás es la lactancia materna; pero si además ella quiere recurrir a otras opciones, está la alternativa del ejercicio y la dieta.
Los expertos lo primero que nos aclaran es que cada caso debe ser atendido de forma individual y hay que buscar asesoramiento especializado. No se debe seguir a ciegas todo lo que dice en internet o replicar aquello que le funcionó a la amiga.
La nutricionista Sara Abu Sabbah recuerda que luego del parto, la alimentación debe ser más cuidadosa incluso que durante la gestación, porque la madre debe reponer nutrientes perdidos y recuperar energías para dar de lactar al bebé. "Hay que incrementar la cantidad de alimentos, el tamaño de porción, y tener una ración extra de frutas, lácteos y cereales integrales".
Dar el pecho
"La lactancia es mejor forma de llegar a un peso adecuado, porque consume mucha energía de la reserva del cuerpo de la mamá", asegura Abu Sabbah.
Sin embargo -dice la experta- si se opta por una dieta, la pérdida de peso debe ser lenta y gradual, en un total no mayor de dos kilos al mes. "Así se asegura una suficiente energía para producir la leche y para tener descenso de peso seguro".
Ejercicios
Es posible que a la madre no le incomode su nueva apariencia, es más, quizá sienta que ha ganado algunas proporciones para su figura. Pero si eso no ocurre, no olvidar que los ejercicios tienen que ir de la mano de una adecuada alimentación.
La personal trainer Magaly Farfán nos explica que dentro de las 24 horas luego de dar a luz, la mujer puede ejercitarse estando recostada. "Flexionando las rodillas, moviéndose en la cama, agitando los brazos y los dedos de las manos y los pies para que irrigue la sangre, además así se activa el metabolismo que estaba lento por el embarazo".
La entrenadora física nos dice que la recuperación de la silueta será más rápida en una mujer que siempre se ha ejercitado, a diferencia de alguien que nunca lo ha hecho.
Las rutinas personalizadas pueden empezar tres meses después de un parto normal y seis meses luego de una cesárea. Se suele trabajar a nivel de abdomen, piernas, muslos y suelo pélvico.
En el caso del vientre -aclara Farfán- hay algunos ejercicios que no están indicados para todas las mujeres, como el crunch, es mejor practicar las planchas isométricas.
Para trabajar el suelo pélvico se pueden hacer elevaciones de pelvis estando echada en una colchoneta sin peso. Al subir hay que ajustar los glúteos y luego bajar, también flexionar las piernas. Cuatro series de 15 repeticiones, 2 veces a la semana, es una opción.
Con el bebé
Según la experta en fitness, a partir de los seis meses, la madre puede ejercitarse con su propio peso y el de su bebé. Por ejemplo, echada en la colchoneta coloca a su bebé en las piernas, se estira y luego se encoje, así se trabaja el abdomen y las piernas. También se puede cargar al bebé en brazos y al mismo tiempo hacer sentadillas.
La trainer nos recuerda que "los músculos tienen memoria" y para obtener buenos resultados, es recomendable cambiar de rutinas periódicamente.
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