Tres peruanos, desde distintos puntos del planeta, opinan sobre obra de la Madre Teresa de Calcuta, recientemente, elevada a la categoría de santa por el Vaticano.
Elsa Javier, la chef internacional residente en Roma, compartió su experiencia de haber trabajado en su casa hogar, donde confluyen ancianos y niños desamparados. "Era tan pequeñita, que podíamos llevarla en el corazón"
Ella siguió de muy cerca la canonización de la madre Teresa de Calcuta, que reunió a miles de personas en El Vaticano.
El seminarista Elvis Castillo nos recuerda cómo se aproximó a la obra de la nueva santa, a partir de su vista a varias ciudades recorridas por Teresa, especialmente een el de Calcuta.
"Su solo nombre respira amor" comenta el joven seminarista.
Minerva Mora Alvino era estudiante de comunicación, cuando le encomendaron ir al "corazón de La Parada" en Lima y recoger el testimonio de quienes laboraban en la casa de las Hermanas de La Caridad, un espacio de amor y mesiricordia para el prójimo, especialmente de los "olvidados" del resto del mundo.
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