Entre mayo de 2017 y mayo de 2018, Elías Lillo Sandoval realizó 35 transferencias sin que nadie lo detectara. El paradero del técnico informático es desconocido.
Un empleado del Banco de Chile, una de las principales entidades financieras del país, robó a la entidad unos 475 millones de pesos (730.000 dólares) en horas de trabajo desde su ordenador.
Según reveló este miércoles un reportaje de la radio Bío-Bío, Elías Lillo Sandoval, un técnico informático de 35 años, "especialista en operaciones", sustrajo fondos al banco desde el año pasado, que transfería a una cuenta de su padre tras obtener las respectivas claves.
El banco, controlado por el grupo Luksic, uno de los más solventes del país, se querelló contra Lillo Sandoval por el delito de estafa.
La operación de robo
La última operación, según el reportaje, la realizó unos días antes de un ataque informático perpetrado por hackers internacionales contra el mismo banco, que perdió unos diez millones de dólares.
El delito lo cometió Lillo Sandival entre mayo de 2017 y mayo de este año, sin que nadie se percatara. Los fondos salían de una cuenta en moneda extranjera que maneja el Banco de Chile para sus transacciones en el exterior.
En una investigación interna, los auditores del banco descubrieron otras 243 operaciones similares a las del empleado desde el año 2008, por lo que conjeturan que la cantidad sustraída podría ser mucho mayor. Lillo Sandoval dejó de asistir a su trabajo a finales del pasado mayo y según se ha podido establecer, siempre actuó solo, sin que nadie se percatara.
La historia
Entre el 8 de mayo de 2017 y el 3 de mayo de 2018, el hombre realizó 35 transferencias, por un total de 475 millones de pesos, desde una cuenta llamada "MB-Dólares-USA" del Banco de Chile a la de su padre tecleando en su ordenador, a la vista de jefes y colegas.
Según el texto de la querella presentada por el Banco ante el Séptimo Juzgado de Garantía de Santiago, Elías Lillo engañaba a sus jefes haciéndoles creer que se trataba de actividades propias de sus labores habituales y éstos, "con su mente errada", le daban su asentimiento para llevar a cabo las transferencias mediante una clave electrónica. Hasta ahora el paradero de Lillo Sandoval es desconocido. (EFE)
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