La pequeña de once años fue sometida a un aborto clandestino con seis meses de embarazo, luego de ser presuntamente violada por su primo de 18 años en el distrito chiclayano de José Leonardo Ortiz.
“Queremos justicia, mataron a mi hermana”, dice María Isabel Chachapoyas González, quien reclama a gritos y entre lágrimas que se capture a los responsables de la violación, embarazo y la muerte de su pequeña hermana de once años de edad en el distrito chiclayano de José Leonardo Ortiz, Lambayeque, según denuncia la familia.
La niña quedó huérfana de madre a los ocho años. Desde ese entonces se fue a vivir con sus tíos, Nicanor Núñez Reyes y Luz Bertha Criollo, con el acuerdo de su padre Demetrio Chachapoyas Guevara.
Lejos de casa. "Cuando falleció su mamá, me reuní con sus tíos y por un acuerdo decidimos que se quede a vivir con su tío Nicolás, quien no tenía una hija mujer. Yo le hacía los depósitos para su mensualidad a la cuenta del señor Nicolás”, contó el padre a RPP Noticias.
La pequeña, que cursaba el sexto grado de primaria, también vivía con sus dos primos varones, entre ellos Marcio Andre Núñez Criollo de 18 años. Él es el acusado de abusar de la menor y de haberla embarazado.
Decisión fatal. Cuando llevaba más de tres meses de embarazo, la tía Luz Bertha Criollo la sometió a un aborto clandestino. La operación salió mal y la menor presentó una fuerte hemorragia, por lo que fue internada en el Hospital Docente Las Mercedes el pasado miércoles. Dos días después falleció por una grave infección.
El padre, su hermana y los vecinos piden que se capture a los responsable de la muerte de la niña. Ante la denuncia, el séptimo juzgado de investigación preparatoria dictó orden de ubicación y captura a Marcio Andre Núñez Criollo, el presunto violador de la niña que falleció a consecuencia de un aborto clandestino. “Los tíos lo saben todo. La tía es la que induce a hacer el aborto por encubrir a su hijo”, dijo el padre.
Arrepentimiento. Demetrio Chachapoyas también contó que no se pudo hacerse cargo de la menor cuando murió la madre, por estar viajando constantemente de Chiclayo a Lima por su trabajo. “Si yo hubiera pensado que esto iba a pasar, hubiera andado con mi hija. Siento un vacío en mi corazón, quiero que las autoridades hagan todo lo que este a su alcance, para sentirme más tranquilo”, dijo.
La menor fue enterrada el pasado martes en el cementerio de Pimentel. Una semana después, los familiares siguen realizando plantones frente al Ministerio Publico. La Justicia para ellos todavía no llega.
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