Perú tiene uno de los mayores índices de población dispuesta a formar una empresa. La creatividad y el ingenio destacan en cada emprendimiento nacional. El reto está en la innovación.
Formar empresa en el Perú no es nada fácil, pero el impulso inicial para lograrlo y el deseo de crecer pueden más. Es por eso que en nuestro país cuatro de cada diez ciudadanos quiere emprender un negocio, según un estudio de ESAN. El emprendedor peruano se caracteriza por ser ingenioso, creativo y siempre dispuesto a encontrar soluciones, muchas veces en un contexto financiero adverso. De hecho, cerca de la mitad de emprendimientos en el país, se da por una necesidad económica. Ante esto, debe surgir una buena idea y un plan para convertirla en oportunidad de negocio.
Cerca del 20% de los emprendedores peruanos está en una etapa inicial de su proyecto, normalmente en alguna actividad emprendedora en la micro o la pequeña y mediana empresa.
Valores importantes como la constancia y el empuje les permiten seguir adelante con sus iniciativas. Hay una vocación por el trabajo duro y la recompensa. Si el emprendedor no cree en sí mismo, su negocio está condenado. Si al emprendedor le faltan fuerzas para lograr objetivos, ocurre lo mismo. Felizmente, estos escenarios no son la norma entre los emprendedores peruanos.
“El Perú no solo presenta todas las estadísticas de una economía emprendedora, sino que también parece llevarlo impreso en su ADN cultural. El peruano se siente capaz de asumir los retos de un emprendimiento independientemente del contexto macroeconómico que se presente”, escribió en “Business Empresarial”, Fernando Núñez Pazos, socio de Auditoría de Ernst and Young Perú.
Y si hablamos de dinero, los emprendedores peruanos, tienden a buscar soluciones en sus círculos cercanos. Un informe de ESAN de 2015 reveló que en 50% de casos, el capital para un negocio procede de un préstamo de un familiar directo. El 20% de los casos, proviene de otros familiares, no directos. Los amigos también son una fuente para un primer financiamiento. El reto está en la formalización de los negocios.
El sistema de emprendimientos peruanos tiende a la informalidad, lo que termina por disminuir el impacto positivo de los emprendimientos en la economía nacional. Para Aba Schubert, ejecutiva de 10AK Capital, el emprendedor peruano debe conseguir “credenciales” en el sistema financiero formal para crecer.
“Si eres informal y te va bien, cuando quieras ir a un nuevo proveedor o cliente, no vas a tener nada que mostrarle. Si invertiste en formalizar tus procesos y hacer madurar tu negocio, puedes presentar a la gente lo que eres”, explica Schubert.
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