Mantener nuestra casa limpia y desinfectada es esencial para evitar la transmisión de enfermedades como el COVID-19.
A lo largo de los últimos meses, desde el brote en la ciudad de Wuhan (China), ciudadanos y ciudadanas a nivel global se encuentran luchando contra el COVID-19, una afección respiratoria que se propaga de persona a persona. Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), es posible contagiarse al aspirar las pequeñas gotas que son expulsadas por una persona infectada cuando tose, estornuda o incluso habla.
Por otro lado, de acuerdo con los Centros de Control de Enfermedades (CDC), también es probable que una persona contraiga el coronavirus al tocar con las manos una superficie u objeto contaminados y luego, se toque la boca, la nariz o los ojos. Entre estos objetos con mayores probabilidades de encontrarse contaminados se encuentran las manijas de las puertas, pasamanos, botones de elevadores, interruptores de luz, agarradores de gabinetes, mesas, productos electrónicos, superficies del baño, inodoro, grifos y similares.
Aunque el pasado 15 de marzo se decretó una cuarentena obligatoria -que todos tenemos la responsabilidad de asumir correctamente para poder cuidar la salud de los peruanos- se puede salir a comprar alimentos y medicina, ir al banco o sacar al perro a hacer sus necesidades según el día que le corresponda a hombres y mujeres.
Por esta razón, y para evitar el contagio, es de suma importancia acatar las medidas de higiene personal y distanciamiento social, también es igual de esencial reforzar la limpieza de todos los espacios que habitamos.
Limpiar y desinfectar mi hogar
Antes de poner manos a la obra con la higiene de nuestra casa, es importante diferenciar que al limpiar solo estamos quitando y removiendo la suciedad, mientras que al desinfectar eliminamos los microorganismos que habitan en una superficie. Por ello, para prevenir la presencia del coronavirus y el contagio de otras infecciones respiratorias, es recomendable realizar ambas prácticas: primero, limpiar el polvo y, posteriormente, esterilizar las superficies con diferentes productos.
Al limpiar y desinfectar, utiliza guantes de un solo uso y presta especial atención a las superficies que se tocan con mayor frecuencia. Primero, limpia con agua y jabón, y luego aplica la solución desinfectante. Al finalizar, deberás desechar los guantes que usaste y lavarte las manos con agua y jabón.
Asimismo, si en casa hay niños o niñas es necesario limpiar y desinfectar con frecuencias sus juguetes y el suelo de sus habitaciones. Para estas superficies, usa una solución de agua y lejía para desinfectar y respecto a los peluches, sábanas, almohadas y alfombras, todo debe ir directo a la lavadora al menos una vez por semana.
Si fue estrictamente necesario salir de casa para abastecerte de alimentos y medicina, es recomendable que, al llegar, te quites los zapatos y los dejes en la entrada. A continuación, diluye lejía en agua en un recipiente y sumerge la suela de los zapatos para ayudar a eliminar los gérmenes que puedas haber traído de la calle. También deberás desinfectar los objetos que hayas llevado contigo a la calle, como carteras, llaves y celulares.
¿Qué sustancias podemos usar para desinfectar las superficies?
Una vez hayas limpiado o quitado el polvo de las superficies, es necesario desinfectar para deshacerte de los microorganismos que estén presentes. Puedes usar las siguientes soluciones para hacerlo:
- Solución con lejía: En una botella de un litro, agrega 20 ml de lejía (no importa la marca) y rellena con agua del grifo. Agita hasta mezclar homogéneamente. Moja un pañuelo con esta solución y procede a desinfectar las superficies.
- Solución con alcohol: Mezcla 70 ml de alcohol de 96° con 100 ml de agua. Esto servirá para desinfectar los objetos personales.
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