La manera cómo enfocamos nuestras finanzas puede ser la diferencia entre la pobreza y la riqueza. Los expertos identificaron tres tipos de mentalidades financieras. ¿En cuál te ubicas tú?
Las creencias personales marcan el pulso de nuestras vidas. En las finanzas, por ejemplo, la forma en que gastamos el dinero puede estar influenciada en cómo fuimos criados de niños, cómo fueron nuestros padres o simplemente por el contexto en el que vivimos.
Es algo que los expertos en consultoría llaman "mentalidades financieras". Se transmiten por generaciones y son algo así como el telón de fondo de nuestra economía. Estas son las tres mentalidades financieras que identificaron los expertos:
Mentalidad de escasez
Es la tendencia a culpar a otros de nuestra falta de dinero o nuestras fallas administrándolo. La persona con mentalidad de escasez no admite su responsabilidad en mantener un orden en sus finanzas. Consideran que su situación actual ha sido generada por su suerte y ansían una herencia o el premio de una lotería para resolver su vida.
Son víctimas del gobierno, de la usura de los bancos, de los altos impuestos y de lo mal que pagan en las empresas. Les importa poco el ahorro y no ven un horizonte de libertad económica y buena salud financiera.
Mentalidad de lucha
Este grupo de personas tiene como problema central el desorden financiero. Su objetivo es recibir un sueldo o generar un ingreso fijo para cubrir sus gastos. Pero no hay una claridad de objetivos para construir un estilo de vida económicamente responsable.
Reciben sus ingresos y con lo mismo, estos se van. Su bolsillo es como una especie de coladera y son muy permeables a compras impulsivas.
El mexicano Ricardo Gonzales, coach estratégico en aceleración de resultados, los describe así: "Piensan más en la recompensa inmediata, 'si me lo gané hoy, me lo gasto hoy, ya mañana veré'. Esto genera una sensación de vivir luchando para salir adelante".
Mentalidad de abundancia
Los de mentalidad abundante buscan crecer siempre y generar ganancias con lo poco que puedan tener. En su mente solo hay espacio para un desarrollo personal y una inversión. Suelen ser planificados y pueden enfocarse en proyectos que no comprometan su economía.
Nunca gastan más de lo que ganan y saben muy bien cuidar su dinero. Invierte, evalúa, pide consejo y analiza resultados. Si realizar tal o cual actividad económica funcionó, la sigue haciendo. Su conducta es predecible y también muy poco impulsiva.
Ahora que sabes qué mentalidades financieras existen, ¿cuál es la tuya?
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