Las vitaminas y los minerales son esenciales para el buen funcionamiento de todos los sistemas del cuerpo. En la infancia, ciertos alimentos aseguran el crecimiento del cerebro y la capacidad de aprendizaje.
Durante el embarazo, lo que come la madre será la principal fuente de nutrientes de su bebe, refiere María Teresa Zumarán, nutricionista de la Clínica Ricardo Palma. El desarrollo cerebral y ocular del bebe requiere que la madre consuma aceite de oliva o sacha inchi, palta, aceituna, pescados azules y frutos secos, principalmente.
La alimentación del recién nacido se centra en la leche materna. Esta asegura el desarrollo de sus órganos, contribuye a la maduración de su sistema inmune y lo protege de infecciones. También, según la Universidad de Brown, en Estados Unidos, asegura un mayor desarrollo de zonas claves del cerebro y un desarrollo cognitivo superior.
Por ello, la Organización Mundial de la Salud (OMS) sugiere dar de lactar de manera exclusiva hasta que el bebé cumpla sus primeros seis meses de vida. Luego se deben introducir alimentos sólidos, pero en combinación con la leche materna hasta los dos años de edad.
Se estima que el 85% del crecimiento del cerebro se produce durante los tres primeros años de vida. A los 6 años consolida el 90% de su tamaño definitivo. En estos años es fundamental que en su nutrición no falten los siguientes alimentos:
- Pescados: Tienen ácidos grasos de omega-3 necesarios para el desarrollo y el buen funcionamiento del cerebro, la memoria y la vista.
- Huevos: Contienen colina, sustancia que construye y repara las membranas neuronales, recupera funciones cerebrales y evita el envejecimiento del cerebro.
-Verduras: La espinaca mejora la capacidad de aprendizaje.
- Fresas, moras y arándanos: Son ricas en antioxidantes que previenen el daño al cerebro provocado por las toxinas.
- Granos enteros: El cereal integral, avena, arroz integral y salvado de trigo son recomendables porque mejoran la memoria en los niños.
- Frutas: Aportan azúcares sencillos que son el principal alimento del cerebro. Los plátanos, por ejemplo, favorecen una correcta transmisión nerviosa.
- Cacao: Favorece la concentración porque es un estimulante natural. Se debe consumir con moderación para evitar una sobre estimulación en los niños.
La malnutrición en la etapa de la infancia atrofia el crecimiento físico y cognitivo de los niños, advierte la Unicef. Si se desarrolla anemia en esta etapa se afectará el desarrollo de las conexiones cerebrales, lo que perjudicará su capacidad de aprendizaje a futuro. Lo más grave es que aunque el niño supere la anemia, estos retrasos no se recuperan.
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