La calidad es fundamental para lograr mayor competitividad en el mercado nacional e internacional, y para lograr la plena satisfacción del consumidor.
Si el consumidor es cada vez más conocedor y consciente de la importancia de la calidad, será más exigente al momento de comprar. Y creará la necesidad, en cada empresario y productor, de tener procesos estandarizados y de cumplir con las normas técnicas requeridas. Esto conllevará a asegurar una elaboración de productos de mayor calidad. Pero, ¿por qué es necesario conseguirlo?
Hay que partir del hecho de que la calidad es importante porque de ella depende que tengamos presencia en el mercado. Por medio de clientes contentos y procesos adecuados se genera la tan ansiada competitividad. Esto lleva, finalmente, a que nuestros productos puedan superar las fronteras y lograr posicionamiento no solo interno, si no también, externo.
Para el consumidor, por otro lado, es fundamental que cuente con las especificaciones del producto y servicio a comprar. Así va a poder decidir correctamente sobre cuál es el producto que mejor satisface su necesidad. Para ello, el consumidor asume la responsabilidad de leer y consultar la información que se encuentra en las etiquetas, catálogos, manuales de producto, sellos o certificados. Estos certificados o etiquetas definen lo que los productores deben dar a conocer sobre el producto que ofrecen al mercado. Asimismo, es lo que nos garantiza su buena calidad en la producción y elaboración de cada uno de sus productos.
De esa manera, al comprar comestibles, prendas de vestir, productos para el hogar, aparatos electrónicos, etc., las descripciones de ingredientes, calorías, fibras, consumo, eficiencia, garantía, certificaciones, etc., nos está asegurando que se ha cumplido correctamente con el proceso adecuado de verificación y/o calibración de los productos.
Solo con productos certificados se puede garantizar la seguridad del consumidor, ya que se elimina el riesgo de que los productos que compras tengan alguna falla o error. ¿Te imaginas comprar una cuna para bebé y que no cuente con un certificado o sello de calidad? O ¿qué pasaría si conectas tu celular con un cargador “bamba”? Por querer ahorrar un poco de dinero, puedes terminar malogrando tu celular o lo que es peor, generar alguna falla eléctrica en casa.
Para evitar estos episodios, es necesario el control y la vigilancia en los procesos productivos para elaborar productos de calidad. Por ello, resulta importante tener organismos que se encarguen de crear una infraestructura de la calidad. En el caso del Perú, INACAL (Instituto Nacional de Calidad), es el organismo que busca mejorar la competitividad de nuestros productos dentro del mercado nacional e internacional, y de brindar protección al consumidor.
Comparte esta noticia