La NASA reveló que los fragmentos de Bennu pueden contener pistas sobre cómo se formaron los planetas rocosos, incluidos el nuestro.
Finalmente, este miércoles la NASA ha revelado al mundo entero los primeros datos de las muestras del asteroide Bennu traídos a la Tierra por la nave OSIRIS-REx.
A través de un estudio científico, la agencia espacial señaló que los fragmentos presentan evidencia de agua y un alto contenido de carbono, componentes básicos de la vida en nuestro planeta.
Un hallazgo clave
De acuerdo con la agencia, la muestra obtenida es la más rica en carbono obtenida hasta la fecha.
Bill Nelson, administrador de la NASA, señaló que estos hallazgos serán claves para investigar “los orígenes de la vida en nuestro propio planeta”.
“Casi todo lo que hacemos en la NASA busca responder preguntas sobre quiénes somos y de dónde venimos. Las misiones de la NASA como OSIRIS-REx mejorarán nuestra comprensión de los asteroides que podrían amenazar a la Tierra y, al mismo tiempo, nos permitirán vislumbrar lo que hay más allá. La muestra ha regresado al planeta, pero aún queda mucha ciencia por hacer: ciencia como nunca antes habíamos visto”, expresó.
Aún se necesitan varios estudios, señalan los científicos, para comprender la naturaleza completa de los compuestos de carbono encontrados. No obstante, el descubrimiento oficial “es un buen augurio” para futuros análisis.
Con esta combinación entre carbono y agua, claves para la vida en nuestro planeta, el equipo buscará responder preguntas sobre la formación de planetas rocosos como la Tierra misma.
Años de estudios
En las dos primeras semanas, los científicos realizaron análisis de “visión rápida” de ese material inicial, recopilando imágenes de un microscopio electrónico de barrido, mediciones infrarrojas, difracción de rayos X y análisis de elementos químicos, señala la NASA.
También se utilizó tomografía computarizada de rayos X para producir un modelo informático en 3D de una de las partículas, destacando su interior diverso. Este primer vistazo proporcionó evidencia de abundante carbono y agua en la muestra.
"A medida que observamos los antiguos secretos preservados dentro del polvo y las rocas del asteroide Bennu, estamos desbloqueando una cápsula del tiempo que nos ofrece conocimientos profundos sobre los orígenes de nuestro sistema solar", dijo Dante Lauretta, investigador principal de OSIRIS-REx, Universidad de Arizona, Tucson. “La abundancia de material rico en carbono y la abundante presencia de minerales arcillosos acuíferos son sólo la punta del iceberg cósmico. Estos descubrimientos, posibles gracias a años de colaboración dedicada y ciencia de vanguardia, nos impulsan en un viaje para comprender no solo nuestro vecindario celestial sino también el potencial para el comienzo de la vida. Con cada revelación de Bennu, nos acercamos más a desentrañar los misterios de nuestra herencia cósmica”.
Esto solo es el punto de partida. Durante los próximos dos años, el equipo seguirá caracterizando las muestras y realizando los análisis necesarios para cumplir los objetivos científicos de la misión.
La agencia preservará el 70 % de las muestras en su Centro Espacial Johnson para que los científicos futuros puedan seguir investigando y encontrando respuestas. El resto será repartido entre algunos museos para su exhibición pública.
OSIRIS-REx ahora está volando hacia Apophis, un asteroide de gran tamaño que amenaza a la Tierra.
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