La Administración Federal de Aviación de los Estados Unidos ha solicitado analizar el entorno salvaje que rodea la base de SpaceX en Texas para asegurar que la vida silvestre en el lugar no se vea afectada por el futuro lanzamiento orbital del Starship.
Otro revés para SpaceX. Tras conocerse una omisión de la compañía durante los lanzamientos de prueba de prototipos de Starship, la Administración Federal de Aviación de los Estados Unidos – la FAA – ha solicitado una evaluación ambiental para medir el impacto de los lanzamientos en la zona que ocupa la plataforma del cohete diseñado por la firma aeroespacial.
El lanzamiento estaba agendado para los primeros días de julio, de acuerdo con el CEO de SpaceX, Elon Musk. Sin embargo, esta fecha podría variar debido a este pedido de la FAA.
De acuerdo con la solicitud, y “como parte del proceso de solicitud de licencia para lanzar ‘Starship’ o ‘Super Heavy’, SpaceX debe completar una revisión de seguridad y desarrollar acuerdos además de la revisión ambiental”.
En última instancia, la compañía podría necesitar una nueva declaración de impacto ambiental que demoraría hasta tres años en completarse, de acuerdo con información de Business Insider.
Hasta la fecha, SpaceX ha realizado cinco lanzamientos de prototipos de Starship, vehículo diseñado para transportar a astronautas en vuelos espaciales a la Luna. Con el exitoso aterrizaje automático en el último test, SpaceX ya puede probar a Starship con el enorme propulsor Super Heavy de 23 pisos de alto.
“Si la FAA determina que los impactos ambientales potenciales de la acción propuesta son significativos en base al Borrador del Estudio Ambiental, y esos impactos no se pueden mitigar adecuadamente a niveles menores que significativos, la FAA publicaría un Aviso de Intención para preparar una Declaración de impacto ambiental” señala la entidad regulatoria.
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