Alejados de las oficinas centrales, los empleados de SpaceX aplaudieron y saltaron al ver el exitoso aterrizaje del SN15 en Boca Chica, Texas.
Luego de retrasos, algunas pruebas que terminaron en explosiones y una suspensión del contrato para llevar a los humanos a la Luna, los trabajadores de SpaceX pueden sonreír.
El miércoles, el prototipo SN15 de la nave Starship aterrizó de manera perfecta y sin explotar en Estados Unidos, recuperando la confianza en los seguidores y hasta las autoridades en la compañía de Elon Musk.
Los trabajadores de SpaceX se alejaron del llamado Stargate y se ubicaron en una costa alejada esperando que, esta vez, pueda salir bien. En la prueba anterior, el SN11 (no hubo SN12, 13 ni 14), explotó en medio de la densa niebla y las críticas seguían creciendo.
Todo tenía que salir bien.
La alegría y la tensión
En un video captado por los mismos trabadores, se puede apreciar la tensión y la emoción de ellos ante el fruto de sus esfuerzos.
El SN15 salió despegado perfectamente, alcanzando los 10 kilómetros de altitud de manera perfecta y ya los trabajadores están contentos.
Pero ellos sabían que la principal dificultad anterior era el aterrizaje vertical. Para esta ocasión, el SN15 prendió 2 de sus 3 motores Raptor para conseguir en medio de la algarabía general. Pese a ello, un silencio albergó a los trabajadores al ver el fuego que se encontraba en la zona de motores. Por fortuna, esto no pasó a mayores y la tranquilidad se apoderó del lugar.
Aun así, es un pequeño avance en el camino de SpaceX. Además de otros dos vuelos a 10 kilómetros, la compañía quiere enviar a la nave espacial a los 100 kilómetros de altitud y probar el lanzador Super Heavy. Para los trabajadores, el vuelo del SN15 es un gran respiro antes de este largo proyecto.
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