Elon Musk ha tildado a la Administración Federal de Aviación (FAA) de EE. UU. como una “fuente de frustración” por ser “demasiado conservadora”.
Una decena de cartas filtradas ha señalado que la compañía espacial SpaceX, de Elon Musk, ha ignorado al menos dos advertencias de la Administración Federal de Aviación (FAA, por sus siglas en inglés) para no lanzar sus prototipos de naves espaciales Starship.
De acuerdo con The Verge, el jefe de la división espacial de la FAA, Wayne Monteith, dijo que SpaceX violaba algunas leyes de la cultura de seguridad en sus vuelos, especialmente en la del SN8. “SpaceX utilizó métodos analíticos que parecían haber sido desarrollados apresuradamente para cumplir con una ventana de lanzamiento”, señaló.
El problema con el SN8
SpaceX intentó por primera vez lanzar prototipo SN8 de Starship en el campus de SpaceX en el sur de Texas el 8 de diciembre con la aprobación de la FAA, pero no lo logró debido a un problema con el motor.
El día del lanzamiento, el 9 de diciembre, cuando las condiciones climáticas cambiaron, estuvo lleno de reuniones ad hoc entre los empleados de la compañía y los funcionarios de la FAA, quienes rechazaron repetidamente los datos de modelos de lanzamiento que pretendían mostrar que SN8 era seguro para volar, según un informe hallado.
Los modelos de la FAA mostraron que si el cohete explotaba, su onda de choque podría verse reforzada por diversas condiciones climáticas como la velocidad del viento y poner en peligro las casas cercanas.
Los documentos obtenidos exclusivamente por el medio muestran cómo SpaceX priorizó la velocidad sobre la seguridad cuando se lanzaba en su propia zona privada de cohetes.
Tras pararse el conteo regresivo por primera vez, un nuevo informe de la FAA señalaba que tenía "la impresión de que los datos de SpaceX eran insuficientes” y el SN8 no estaba autorizado para lanzarse.
Minutos antes del despegue, un inspector de seguridad de la FAA hablando por una línea telefónica abierta advirtió al personal de SpaceX en la sala de control de lanzamiento que un lanzamiento violaría la licencia de lanzamiento de la compañía. El personal de SpaceX ignoró la advertencia porque "asumieron que el inspector no tenía la información más reciente”.
SpaceX lanzó el cohete de todos modos. El prototipo SN8 revestido de acero voló más de 10 kilómetros sobre las instalaciones privadas de cohetes de la compañía en la costa de Boca Chica, Texas, y se hizo añicos al aterrizar. No se reportaron heridos ni daños en viviendas.
SpaceX le dijo a la FAA que el software de la agencia era una "fuente de frustración" que se ha "demostrado que es inexacto en ocasiones o demasiado conservador", según los documentos.
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