Pese al confrontamiento político, la NASA y Roscosmos seguirán cooperando rumbo al espacio. Dos astronautas volarán con un cohete Soyuz a la ISS en septiembre.
Estados Unidos reanudará los vuelos conjuntos hacia la Estación Espacial Internacional (ISS) con Rusia "para garantizar la continuidad de las operaciones" pese a que intenta aislar a Moscú por la invasión de Ucrania, anunció la agencia espacial NASA.
Dos astronautas estadounidenses volarán a bordo de un cohete ruso Soyuz en dos misiones separadas, la primera de las cuales está prevista para septiembre. Por su parte, dos cosmonautas rusos irán a bordo de cohetes SpaceX, por primera vez.
Hacía tiempo que estaba prevista la misión, pero faltaba la luz verde de Moscú y no se sabía qué decisión tomaría después del estallido de la guerra con Ucrania, a fines de febrero.
Durante las últimas semanas, los funcionarios de la NASA reiteraron su interés de que se llevara a cabo.
El anuncio se produjo horas después de que el presidente ruso, Vladimir Putin, destituyera al director de Roscosmos, la agencia espacial de su país, Dmitri Rogozin. Desde la ofensiva rusa contra Ucrania, este último hizo declaraciones muy hostiles contra Occidente.
"Para garantizar la seguridad de la Estación Espacial Internacional, proteger la vida de los astronautas y asegurar la continua presencia de estadounidenses en el espacio, la NASA reanudará los vuelos integrados en naves espaciales estadounidenses y rusas Soyuz", informó la NASA en un comunicado.
El astronauta estadounidense Frank Rubio volará a bordo de un cohete Soyuz que se prevé despegue el 21 de septiembre, junto a dos cosmonautas rusos, mientras que la estadounidense Loral O'Hara lo hará en una nave espacial rusa en 2023.
Además, Anna Kikina -la única mujer cosmonauta en activo- formará parte de la tripulación Crew-5 que despegará en septiembre a bordo de un cohete SpaceX. El cosmonauta Andrei Fedyaev viajará con el Crew-6 en 2023.
Interdependencia
Desde que Estados Unidos suspendió los transbordadores espaciales en 2011 y hasta el primer vuelo de la firma privada SpaceX hacia la ISS en 2020, el programa norteamericano se vio obligado a enviar a los astronautas estadounidenses a la nave orbital comprando a la agencia espacial rusa asientos a bordo de cohetes Soyuz.
Desde que el primer vuelo de SpaceX a la ISS en 2020 puso fin a este monopolio, las tripulaciones han volado casi exclusivamente en cohetes de sus respectivos países.
El último astronauta que viajó a bordo de una Soyuz fue el estadounidense Mark Vande Hei, en abril de 2021. Regresó casi un año después en una nave rusa a pesar de que la guerra en Ucrania ya había empezado.
A su vuelta a la Tierra declaró que los cosmonautas rusos siguen siendo "amigos" pese a las tensiones diplomáticas entre ambos países.
Las operaciones conjuntas anunciadas el viernes se realizan sin contrapartidas financieras. Estados Unidos impuso drásticas sanciones a Moscú, que afectan en parte a la industria aeroespacial rusa, contra lo que Dmitri Rogozin protestó sin descanso.
Esta semana la Agencia Espacial Europea anunció que ponía fin a su cooperación con Rusia en la misión conjunta ExoMars, que ya llevaba meses suspendida.
Pero la Estación Espacial Internacional es única. "Se concibió para ser interdependiente y depende de las contribuciones de cada una de las agencias espaciales para operar", explicó la NASA el viernes. "Ninguna agencia tiene la capacidad de operar independientemente de las demás". (AFP)
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