Escrito por: Rómulo Villegas, analista del Centro Wiñaq
Recientemente se han publicado los nuevos resultados de la encuesta del Fraser Institute(*), que evalúan su desempeño entre 2020 y 2024 en tres aspectos clave: atractivo para invertir (Investment Attractiveness), percepción sobre sus políticas públicas (Policy Perception) y potencial geológico (Best Practices Mineral Potential).
Este año se presenta un resultado interesante en los 3 indicadores evaluados en nuestro país. En 2024, se muestra señales de recuperación, aunque aún no alcanza los niveles óptimos que tenía en el 2020.

Como se indica en el gráfico, dos índices (Best practices mineral potential & Investment attractiveness) mejoran tras un descenso, lo que sugiere una renovada, aunque cautelosa, confianza del mercado, una suerte de ruptura de tendencia al declive. Sin embargo, esta recuperación sigue siendo parcial y no borra el deterioro registrado en años anteriores: no ha alcanzado aun sus niveles previos en ninguno de sus indicadores.

Más aún, la percepción sobre las reglas del juego en el país (Policy perception) continúa siendo frágil. Aunque mejora respecto a 2022 (y el 2023) —año en el que se desplomó—, aún persisten dudas regulatorias entre los inversionistas.
Esta desconfianza se debe a un entorno político e institucional que ha impedido concretar proyectos estratégicos. La parálisis de megaproyectos como Tía María (Arequipa), y Río Blanco (Piura), por ejemplo; evidencia que el problema es de gobernanza; no es técnico ni geológico. Perú da señales de recuperación, pero aún no logra transformar su potencial minero en resultados concretos sobre el terreno.
Además, nuestro potencial geológico no ha dejado de ser valorado, pero los ruidos políticos (en especial ligados al avance de la minería ilegal y su impacto en el poder político), siguen impidiendo que ese potencial se traduzca plenamente en oportunidades concretas de inversión. La incertidumbre acerca de las reglas de juego, como un posible cambio en condiciones de las concesiones mineras, podría también cumplir un rol para impedir un mayor crecimiento.
En suma, Perú empieza a reponerse (marca un escenario optimista), pero el terreno perdido en confianza aún no ha sido del todo recuperado.
De cara al año electoral 2026 la política minera y la gobernanza del sector debería tener un lugar en el debate público. No se trata solo de atraer inversión, sino de demostrar capacidad de gestión sobre recursos estratégicos en un contexto global de transición energética, especialmente frente a nuestros competidores, que como muestra el caso de Congo (uno de los más altos del ranking y potencia en cobre), no necesariamente están en nuestra región.
Tenemos proyectos paralizados y la institucionalidad es percibida como frágil. Los candidatos no pueden limitarse a promesas generales: deben plantear con claridad cómo destrabar inversiones, fortalecer marcos regulatorios y garantizar legitimidad territorial. La minería no puede seguir siendo un tema técnico invisibilizado —es una pieza clave de gobernabilidad nacional.
[*] https://www.fraserinstitute.org/sites/default/files/2025-07/annual-survey-of-mining-companies-2024_0.pdf La encuesta Fraser recopila la opinión de líderes con roles estratégicos sobre el clima de inversión y las políticas mineras en todo el mundo.
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