¿En qué se parecen un plátano y un abogado? En que no hay ni uno que sea derecho. He escuchado chistes de abogados toda mi vida, desde que era estudiante en la Universidad Católica de los ochenta hasta hoy. Esta profesión ha vivido por siglos estigmatizada por una sospecha popular de que los abogados usan la Ley a gusto del cliente, suelen mentir todo el tiempo y sus fines nunca están emparentados a la justicia. ¡Tremenda carga para los que buscamos que esta herramienta preciosa, que es el Derecho, sea utilizada para alcanzar un mundo más justo, sostenible y feliz!
El movimiento del Derecho Ambiental surgió en el planeta a principios de los setenta con la Declaración de Estocolmo y sin duda se afianzó en las dos décadas siguientes, con esfuerzos colectivos como el Programa de las Naciones para el Medio Ambiente o la Comisión Mundial de Derecho Ambiental de la UICN y el nacimiento de organizaciones como CEDARENA en Costa Rica, CEMDA en México, FUNDEPUBLICO en Colombia y la Sociedad Peruana de Derecho Ambiental – SPDA en el Perú.
La contribución en estos años del Derecho Ambiental y de los abogados ambientalistas ha sido, sin duda, enorme para la construcción de institucionalidad y legislación en todos los países. En Perú, es claro que el tema ambiental, pese a sus detractores y escépticos, avanza y cada día es más valorado como un activo de calidad de vida al que todas las personas aspiramos. Mejor aún, cada día crece la percepción que no solo necesitamos un ambiente saludable para las personas, sino que debemos garantizárselo también a las especies silvestres del planeta. A fin de cuentas, todas las especies habitamos esta “casa común” como la denomina el Papa Francisco en su encíclica Laudato Sí, y nos toca tener la casa ventilada, saludable y en buenas condiciones para recibir a la siguiente generación de huéspedes.
Este año que se va estuvo marcado por algunos hitos importantes para el Perú desde la legislación y la institucionalidad ambiental: por un lado, se promulgaron dos Leyes importantes como la Ley Marco de Cambio Climático y la Ley de Plásticos de un solo uso. Ambas Leyes fueron producto de un fuerte diálogo entre Congreso, Poder Ejecutivo, sector empresarial y sociedad civil. Por otro lado, el Poder Judicial instaló sus dos primeros Juzgados Especializados Ambientales, en Madre de Dios y Ucayali. Estos juzgados son fundamentales en el objetivo que nuestras normas e instituciones logren efectivamente la justicia. Además, Perú firmó el Acuerdo de Escazú, que se refiere a implementar mecanismos para garantizar el derecho a la información, participación ciudadana y acceso a la justicia ambiental.
El 2019 tocará trabajar en la implementación efectiva de estos y otros procesos, empezando por las necesarias reglamentaciones. Se espera que con las nuevas autoridades regionales y municipales se avance en la implementación de rellenos sanitarios, la regulación y control de la tala y minería ilegal, el mejoramiento de la infraestructura natural para ser más resilientes a desastres naturales.
La agenda es mucho más amplia y desde el derecho se espera seguir generando instrumentos y sistemas que construyan ese Perú que todos queremos. ¡Feliz Navidad!
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