Muchos de nosotros pensamos en el trabajo fuera de la oficina, pero el pensar en ello implica también que nuestros niveles de estrés aumenten. Esto tiene un efecto negativo en nuestra productividad, en nuestra salud mental y en nuestro sueño. En un estudio estadounidense(*), se encontró que el 66% de encuestados había perdido el sueño a causa del estrés laboral, y un 16% había decidido dejar su trabajo por el estrés que les provocaba. Entonces, ¿qué podemos hacer para evitar que el trabajo interrumpa nuestro sueño?
Una investigación(**) encontró que escribir una lista con las cosas que tenemos que hacer antes de dormir podía ayudarnos a dormir más rápido, así como a interrumpir menos seguido nuestro sueño durante la noche. Este estudio encontró que el escribir nuestras actividades a realizar disminuía nuestra preocupación y, por tanto, la alerta con la que opera nuestro cerebro antes de dormir. Y en el caso en el que nos despertemos durante la noche por una tarea que no anotamos, tener un papel y un lápiz para capturar la idea y dejarla ir rápidamente para volver a dormir.
Otra investigación(***) por Bernstein y McNally encontró que practicar una sesión intensa de ejercicio podía mejorar nuestro humor y aliviar la ansiedad antes de dormir, pues ayuda a descomprimir nuestra mente, así como la calidad de sueño.
Finalmente, a veces nos toca vivir situaciones en las que nuestro trabajo es criticado o donde no encontramos la respuesta a las preguntas que nos formulan. En muchas ocasiones, en lugar de verlo como una oportunidad de mejora, lo tomamos a pecho, reviviendo el momento incontables veces y perdiendo el sueño a causa de ello. Las personas debemos de aprender la autocompasión al comprender que todos estamos en constante proceso de aprendizaje, asimilando nuestra situación y rompiendo el ciclo de autocrítica que nos provoca la ansiedad por estas experiencias.
(*) https://www.kornferry.com/insights/this-week-in-leadership/workplace-stress-motivation
(**) https://www.psychologytoday.com/us/blog/brain-waves/201801/the-connection-between-writing-and-sleep
(***) bBernstein, E., McNally, R. (2018). Exercise as a buffer against difficulties with emotion regulation: A pathway T to emotional wellbeing, Behaviour Research and Theory, 109, p.29-36.
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