Mientras los casos de COVID-19 aumentan en el mundo y se evidencia la fragilidad humana, es fácil que el temor surja. Durante estas cuatro semanas de aislamiento en el Perú con importantes medidas de higiene y precaución, quisiera dedicar esta columna a una población vulnerable: los adultos mayores.
Para el médico Carlos Vela, ex presidente de la Sociedad de Gerontología y Geriatría, son los adultos mayores quienes más hacen neumonía y tienen más altas tasas de mortalidad por padecer de otras enfermedades como hipertensión, diabetes, problemas cardiacos o pulmonares.
Vela, quien fue director nacional de salud de la Cruz Roja, destaca las medidas de prevención y aislamiento y recomienda en coordinación con el especialista, que las personas en especial adultos mayores puedan vacunarse cada año contra la influenza y dos únicas veces contra el neumococo.
Según el Ministerio de Salud, el 80% de los casos de coronavirus en el mundo se presentan como una gripe normal y son fáciles de manejar. En tanto el 20% puede hacer una complicación menor. De ellos, solo un 10% necesita de hospitalización cuando presenta complicaciones.
El especialista explica la diferencia entre resfrío común y gripe. “El resfrío es una condición catarral donde no hay síntomas sistémicos como la fiebre o el malestar general. En cambio, la gripe tiene una condición de postración, decaimiento e inactividad que puede estar asociada al virus de la influenza u otros cuadros virales”, dice.
“La cuarentena nos da una lección de respeto por los demás a estar sanos y salvaguardarse. Porque si tengo gripe y voy a trabajar para no perder el trabajo es una irresponsabilidad porque estoy llevando virus que va a contagiar y generar el mismo cuadro en otras personas”, advierte Vela.
En los adultos mayores el trastorno de la conciencia es un signo de alerta para cualquier enfermedad, sea o no coronavirus. “Si ves a un adulto mayor confuso, somnoliento, decaído o hiperactivo algo no esta bien”, y agrega que el dolor generalizado del cuerpo sin tener necesariamente fiebre es otro signo de alarma.
Vela explica que existe un score CURB-65 que da criterios clínicos para determinar si un adulto mayor debe hospitalizarse o tratarse de manera ambulatoria. Esta escala médica valora el estado de confusión, la frecuencia cardiaca y frecuencia respiratoria alta de los pacientes para evaluar su hospitalización o no.
Entre las medidas preventivas o de recuperación ante el COVID-19, es importante que cualquier persona, pero especialmente el adulto mayor ingiera líquidos en abundancia, pues según Vela la deshidratación es una de las primeras causas de descompensación en este grupo etario.
En el Perú la mayoría de los pacientes han fallecido por complicaciones no relacionadas al COVID-19, sino por descompensación de sus enfermedades crónicas, pacientes obesos, apnea de sueño, enfermedad coronaria, enfermedad pulmonar crónica o paciente ancianos.
En países donde ha habido un mayor número de decesos por el nuevo Coronavirus, las medicinas experimentales que están en fase de ensayos clínicos vienen dando algunos resultados en pacientes con complicaciones neumológicas por la enfermedad.
Finalmente, el experto destaca la ciencia y tecnología como armas claves para derrotar en virus y desde el punto de vista humano una imperiosa necesidad de reinventarnos como seres humanos, espirituales y comunitarios, así como aceptar la certeza de la existencia de un ser superior en medio de esta emergencia global.
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