El autor español de “Tocar los libros” sostuvo una charla con RPP Noticias en el marco de la Feria del Libro de Lima 2020 y se pronunció sobre la importancia de las bibliotecas en la pandemia de la COVID-19.
Si hace unos días Fernando Savater señalaba que la cultura es una forma de llenar nuestro interior, este 21 de agosto, el escritor español Jesús Marchamalo, en conversación con RPP Noticias durante la edición virtual de la FIL Lima 2020, recogió una idea similar al señalar que las bibliotecas —recinto cultural por excelencia— son capaces de definirnos.
“Las bibliotecas hablan muchísimo de nosotros: quiénes somos, qué temas nos han interesado, de lo ordenados o desordenados que somos”, expresó durante el Conversatorio RPP, conducido por Patricia del Río. “Yo creo que una de las poquísimas cosas buenas que ha tenido la pandemia es vernos retratados en nuestras bibliotecas y cobrar conciencia de su valor”, agregó.
Para el autor de “La tienda de palabras”, con una biblioteca la sensación de encierro producida por el nuevo coronavirus puede hacerse “más tolerable” gracias a los libros que son capaces de “llevarte a un mundo y personajes distintos”. Marchamalo, que lleva diez años trabajando en un proyecto de bibliotecas de escritores, comentó la relación de los autores con sus libros.
“Detrás de cada biblioteca hay una suerte de autobiografía, un retrato de quién eres y cómo quieres que te vean. Las bibliotecas son sinceras en lo que cuentan. Nadie se levanta un martes por la mañana y dice que va a montar una biblioteca en casa. Te conviertes en lector de una manera milagrosa”, apuntó.
DE VARGAS LLOSA A CLARA JANÉS: BIBLIOTECAS FAMOSAS
Según Jesús Marchamalo, la lectura marca los pasos de la construcción de una biblioteca. Él, que conoce a varios escritores, reveló que ha visitado un total de 60 bibliotecas en las que, pese a no ser de su propiedad, persistía la misma sensación de visitar un territorio en común: “Estar en una biblioteca, aunque no sea la tuya, es estar en casa”.
La biblioteca de Mario Vargas Llosa, en ese sentido, le pareció impresionante. “Es espectacular, de esas que tiene dos pisos y una escalera”, contó. También recordó la biblioteca de la poeta española Clara Janés, que definió como “recoleta”, pero escogió como su favorita la que posee su compatriota Bernardo Atxaga. “Él vive en una vieja casona antigua de grandes muros y convirtió su desván en una biblioteca. Me daba la impresión de estar metido en la bodega de un bergantín. Le envidié muchísimo”, confesó.
Asimismo, Marchamalo remarcó que hay leyendas de escritores que no les gusta convivir con libros. “A Eduardo Mendoza, por ejemplo, le molesta tener libros. Él nunca me ha dejado ir a su biblioteca. Pero, salvo algún caso de este tipo, el resto de escritores son todos grandes lectores”, señaló.
LA SUPERVIVENCIA DEL LIBRO
Hace 16 años, cuando se auguraba el fin del libro y el reinado del libro electrónico, Jesús Marchamalo indicó que entonces hubo muchos lectores que tomaron conciencia de lo mucho que les gustaba los libros más allá de su contenido.
“A muchos nos gusta el continente, la tipografía, el tacto de las cubiertas, la calidad del papel, poder doblar las esquinas, subrayarlos, meter hojas, entradas de teatro, billetitos con teléfonos… esa parte más sensual que tiene que ver con el libro”, detalló.
En ese sentido, su libro “Tocar los libros”, cuyo título proviene de una publicación del argentino Alberto Manguel, aborda a través de ensayos más de un tema afín al mundo libresco. “Tocar los libros significa que más allá de la lectura hay algo que nos une al libro tal y como lo conocemos”, indicó al respecto.
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