Se trata de un instrumento de percusión tradicional fabricado con el fruto conocido como "calabazo", una planta que crece en las zonas cálidas de nuestro país.
El Ministerio de Cultura declaró Patrimonio Cultural de la Nación el uso musical del checo, al tratarse de un instrumento representativo de la costa norte del Perú y, en especial, por ser un referente de la identidad cultural de los pobladores del distrito de Zaña, provincia de Chiclayo, departamento de Lambayeque.
El checo es un instrumento de percusión tradicional fabricado con el fruto conocido como “calabazo”, una planta que crece en las zonas cálidas de nuestro país. Está particularmente asociado a la identidad de las poblaciones rurales afrodescendientes de la costa norte y tiene al distrito de Zaña como principal foco de cultivo e irradiación. Es percutido directamente con las manos y se usa para interpretar distintos géneros musicales, entre ellos el “baile tierra”.
El uso tradicional del checo representa la transmisión de saberes musicales en cuanto a patrones rítmicos, géneros musicales y usos sociales asociados a su interpretación. Su elaboración implica conocimientos agrícolas sobre el tratamiento de las semillas de calabazo, su siembra, cuidado y cosecha.
La población de Zaña ha impulsado el uso y la puesta en valor del checo desde hace dos décadas y, a partir de 2005 lo ha hecho en conjunto con el Museo Afroperuano de esa localidad, llevando a cabo acciones de puesta en valor y difusión del instrumento.
La existencia de este instrumento data de al menos 117 años atrás, según refiere el artículo de José Clodomiro Soto publicado en junio de 1894: “En los días de fiesta se entregan a las diversiones más ruidosas por el timbre de voz con que charlas y que les es propio. Ahí de los causeos y del baile, del golpe de checo y las coplas improvisadas; jolgorios dignos de la chispeante pluma de Segura y del Tunante”.
Coincidiendo con este reconocimiento, el Museo de la Nación viene presentando la exposición “Herencia musical afroperuana”, en la que se puede apreciar las bondades del checo y otros instrumentos musicales del siglo XVII. El acceso es libre.
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