El Nobel peruano confesó que lloró tras salir del velorio de Luis Loayza, escritor peruano que falleció a mediados de marzo.
Mario Vargas Llosa se despidió de su amigo, el escritor Luis Loayza, quien falleció el pasado 13 de marzo en París. "Salgo [del velorio] y, aunque todavía hace frío, ha despuntado el sol. En el taxi al aeropuerto de Orly, sin hacer ruido, hago lo que he estado evitando hacer toda la mañana: me pongo a llorar", escribió el Nobel en su columna del diario "El País".
El escritor también recordó los gratos momentos que vivió junto a Luis Loayza, y resaltó los viajes y entrañables momentos que compartieron. "Nos veíamos a todas las horas, para hablar de libros, los que leíamos y los que íbamos a escribir cuando llegáramos a ser escritores. Para eso había que escapar de Lima e irse a París, donde hasta el aire era literatura", rememoró Vargas Llosa.
El sueño de los jóvenes se concretó y el autor de "La Ciudad y los Perros", lo recuerda como si hubiera sido ayer. "Lucho y yo partimos solos a Europa, en un barco que salía de Río y llegaba a Barcelona". En aquel viaje los escritores forjaron su camino como novelistas. Fue también en el Viejo Continente donde Loayza encontraría al amor de su vida.
Vargas Llosa recordó la que quizá fue la única locura que cometió Luis Loayza en su vida. Se trata de su historia de amor con Rachel ─viuda de Loayza y por quien el Nobel guarda un profundo cariño─.
"Su padre le había regalado un año en París para cuando se recibiera de abogado. El año estaba por cumplirse y, si mal no recuerdo, Lucho tenía ya el pasaje de regreso. Pero, de despedida, fue al Festival de Teatro de Aviñón y allí conoció a Rachel, todavía una estudiante. Me escribió ese mismo día una carta desmedida, diciéndome que se había enamorado; ya no se iría al Perú y empezaba a buscar trabajo de inmediato en París".
El autor también confesó que fue parte de esta locura de amor. "Yo fui su único testigo [en la boda]. Luego, fuimos los tres a celebrarlo a un bistrot de la esquina con una copa de vino", agregó.
La calidad de los textos de Loayza tampoco escapó al homenaje de Vargas Llosa. "Cuando éramos jóvenes, era yo el que hablaba de 'romper con el Perú'; al final, fue Lucho el que rompió, por lo menos físicamente. Porque en sus ensayos y relatos la presencia de lo peruano y los peruanos resulta obsesiva".
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