Considerado uno de los grandes nombres de la literatura contemporánea, Mario Vargas Llosa es hasta hoy el único peruano que ha recibido el Nobel de Literatura y el último autor en español en lograrlo.
El 7 de octubre de 2010, la Academia Sueca pronunció un nombre que resonó con fuerza en todo el mundo hispano: Mario Vargas Llosa. Aquel jueves, el escritor peruano —que por entonces repartía su vida entre Lima, Madrid y la literatura— se convirtió en el primer autor en lengua española en recibir el Premio Nobel de Literatura en dos décadas, desde el mexicano Octavio Paz en 1990. Quince años después, sigue siendo el último.
Durante un instante, el anuncio pareció cerrar un ciclo y abrir otro. Vargas Llosa no solo era el heredero natural del Boom latinoamericano; era también un autor que había transitado de la novela a la tribuna política, del realismo feroz a la reflexión moral. Su obra, extensa y disciplinada, fue reconocida “por su cartografía del poder y sus imágenes penetrantes de la resistencia individual, la rebelión y la derrota”. Una definición exacta y, a la vez, un espejo de su propia vida.
El día que Vargas Llosa recibió el Nobel
Eran las cinco de la mañana en Nueva York. Mario Vargas Llosa preparaba su clase de Filosofía de la escritura en la Universidad de Princeton cuando recibió una llamada inesperada: era el secretario general de la Academia Sueca. “Ha sido una gran sorpresa; en un primer momento pensé que era una broma”, dijo entonces.
Durante una conferencia improvisada en Nueva York, Vargas Llosa agradeció a España y a sus editores. Pero cuando le preguntaron si no deseaba agradecer a su país natal, respondió: “¿Cómo voy a agradecer al Perú si yo soy el Perú?”.
Quince años después, su hijo Álvaro Vargas Llosa recordaría aquella frase en el especial El mundo de Vargas Llosa, de RPP: “Me parece que lo expresa todo. Él es el Perú, la suma de muchas cosas que son el Perú. Y nada de lo que ha hecho se entiende sin ese vínculo”.
Una pequeña delegación peruana —su familia, amigos como el fallecido Fernando de Szyszlo y autoridades como Beatriz Merino— viajó hasta un Estocolmo bajo cero para acompañarlo. Merino, exdefensora del Pueblo, recuerda: “Cuando salimos de la ceremonia del discurso de aceptación del Nobel, los peruanos subimos a un autobús. De pronto, y de manera espontánea, todos empezamos a cantar. El himno de Arequipa retumbó en Estocolmo”.
Para el crítico literario José Carlos Yrigoyen, el premio no solo pertenece a Vargas Llosa, sino a toda la tradición literaria peruana: “Corona una larga y brillante historia. Es un Nobel que pudo haber recibido César Vallejo o Blanca Varela, pero recayó en él debido a logros innegables. Es el reconocimiento a una obra entre las mayores y más rotundas de la literatura en español”.

Las obras de Mario Vargas Llosa incluyen 'La ciudad y los perros' (1963), 'La casa verde' (1966) y 'Pantaleón y las visitadoras' (1973).Fuente: Europa Press
El adiós a un peruano universal
La muerte de Mario Vargas Llosa, el 13 de abril de 2025, generó tributos en todo el mundo: desde la Feria del Libro de Madrid hasta la de Lima, y en el próximo Hay Festival en Arequipa, como adelantó a RPP su directora, Cristina Fuentes La Roche.
La noticia fue confirmada por su Álvaro Vargas Llosa, quien escribió en redes sociales: “Su partida entristecerá a sus parientes, a sus amigos y a sus lectores alrededor del mundo, pero esperamos que encuentren consuelo en que gozó de una vida larga, múltiple y fructífera”.
“Recibí la noticia con profunda pena, pero también con profundo agradecimiento”, dijo a RPP la periodista y escritora Patricia del Río. “Fue un hombre muy generoso con su saber y con su talento. Pudo haberse olvidado de nosotros y seguir su vida como escritor del mundo, pero siempre estuvo pendiente del Perú”.
Desde España también llegaron muestras de afecto. Los reyes Felipe VI y Letizia enviaron una carta a sus hijos: “Durante su larga trayectoria como novelista y ensayista, Mario exploró siempre el valor esencial de la libertad individual, concebida desde el impulso de la democracia, que constantemente defendió”.
El ex primer ministro Pedro Cateriano, autor de Vargas Llosa. Su otra gran pasión, destacó: “La reacción internacional refleja el aprecio que le han tenido en distintos países, no solo por su obra literaria, sino por su papel como intelectual, su honestidad y su defensa de la cultura de la libertad”.
“Ha sido el peruano de todos los tiempos”, afirmó Alfredo Bryce Echenique en entrevista con RPP. “Nadie nos ha representado tanto ante el mundo entero como Mario. No solo por su obra, sino por su vida: su terquedad, su limpieza, su enormidad”.
Alonso Cueto, autor de Mario Vargas Llosa: Palabras en el mundo, definió su legado así: “Fue nuestro mejor amigo, la persona que más hizo por nosotros. El que nos dio un país a través de las palabras. Nos ofreció un universo donde podemos reconocer nuestra diversidad, nuestros conflictos, nuestra violencia y también el heroísmo de algunos de sus miembros”.
Y Renato Cisneros lo recordó como “el peruano más universal”: “Un episodio como el de hoy se vive con una sensación de orfandad, sin duda, pero también de celebración. Porque tuvimos el privilegio de leer a Mario mientras escribía sus libros. Fue un genio creador que llegó a la plenitud”.

'La ciudad y los perros' (1963) fue la primera novela de Mario Vargas Llosa y es considerada una obra maestra.Fuente: Europa Press
Un legado que sigue respirando
Hablar de Vargas Llosa es evocar a Zavalita, El Jaguar o Pantaleón; pero también a un autor cuya biblioteca personal guarda más de 30 mil volúmenes. Sus veinte novelas, traducidas a más de cuarenta idiomas, junto con cuentos, ensayos y obras teatrales, trazan una de las trayectorias más vastas de la literatura contemporánea.
“Sus libros nos pueden cambiar la vida”, comenta Alonso Cueto en entrevista con RPP. “Sus novelas te hacen apreciar la realidad de una manera más profunda, más intensa, más variada. Cambian tu percepción del mundo, y eso seguirá ocurriendo con todos sus lectores futuros”.
Camilo Fernández, ensayista y crítico literario, destaca que su narrativa “no ha perdido vigencia”. “Es un mago de las estructuras narrativas porque maneja con maestría la técnica, sobre todo en cinco novelas: Los cachorros, La ciudad y los perros, La casa verde, Conversación en La Catedral y La guerra del fin del mundo”, precisa.
Incluso voces internacionales han rendido homenaje. El Premio Nobel de Literatura 2021, Abdulrazak Gurnah, dijo a RPP: “Gran parte de su obra ha sido traducida. He leído varios de sus libros. Creo que son muy buenos. Los disfruté mucho”.
Y el director y actor Salvador del Solar, quien protagonizó la adaptación cinematográfica de Pantaleón y las visitadoras, lo definió así: “Vargas Llosa tocó temas universales. Fue un gran narrador de historias y creador de un tipo particular de héroe, quizá como el propio Vargas Llosa. Uno de sus grandes legados fue la consecuencia con sus ideas, aunque resultaran impopulares”.

'Mi novela favorita' es el pódcast de RPP donde Mario Vargas Llosa comenta 77 clásicos literarios.Fuente: Europa Press
Quince años de silencio en español
Desde 2010, ningún otro escritor hispano ha sido distinguido con el Nobel de Literatura. En este tiempo, la Academia Sueca ha premiado autores en inglés, chino, francés o noruego, pero el español no ha vuelto a sonar en Estocolmo. La última galardonada, en 2024, fue la surcoreana Han Kang.
De un total de 121 laureados, solo once escribieron en español, en una tradición que comenzó con José Echegaray en 1904 y continuó con Gabriela Mistral, Miguel Ángel Asturias o Pablo Neruda.
El caso de Mario Vargas Llosa marcó un antes y un después: fue el último escritor latinoamericano leído simultáneamente en Lima, Madrid, París y Nueva York. Su Nobel simbolizó la madurez cultural del español, una conquista que, quince años después, sigue esperando un nuevo referente.
Y mientras el mundo aguarda el anuncio del próximo Nobel de Literatura, una certeza permanece: Mario Vargas Llosa sigue siendo el rostro más visible del español en el panteón del Nobel.