La obra publicada hoy se inspira en la Edda poética, una serie de poemas de la era medieval, que narra la vida de Sigfrido el Volsungo.
El último libro que escribió J.R.R. Tolkien es un poema narrativo de 500 estrofas que se titula The legend of Sigurd and Gudrun y que puede decepcionar a los seguidores de las obras del autor de la saga de El Señor de los Anillos.
Así lo afirma Christopher, el hijo de Tolkien, quien coincidiendo con la publicación hoy de este libro ha respondido, vía
Christopher reconoce que a muchos lectores aficionados a las obras de su padre "se les pueden quitar las ganas" de leer esta obra en cuanto vean su formato poético, pero confía en que esta sensación sea contrarrestada por el deseo de conocer otra versión de Tolkien.
"Me atrevería a decir que a una buena cantidad se les pueden quitar instantáneamente las ganas de leer una larga narración de poemas en verso y no seguir adelante", dice el hijo de John Ronald Reuel Tolkien.
Por contra, quienes decidan seguir adelante experimentarán "un impacto inesperado", asegura Christopher Tolkien.
"Mi esperanza es que quienes aprecian y admiran las obras de mi padre lo encontrarán revelador desde el punto de vista de la poesía nórdica de la antigüedad en general y de su tratamiento de una leyenda intensa, apasionada y misteriosa", dice.
La obra publicada hoy se inspira en la Edda poética, una serie de poemas de la era medieval, que narra la vida de Sigfrido el Volsungo, la caída de los Nibelungos y el rescate de Brunilda, una valquiria que estaba presa.
Christopher Tolkien, que en los últimos 36 años se ha dedicado a editar y publicar la obra de su padre por expreso deseo de éste antes de su fallecimiento, explica que Tolkien dejó "un manuscrito, sin correcciones, que obviamente era una copia final".
Así lo hizo también hace dos años con Los hijos de Húrin, de la que se vendieron un millón de copias sólo en inglés y previamente con El Silmarillion, una recopilación póstuma de varias obras.
"Mi edición consiste básicamente en explicar y clarificar", señala Christopher, quien siendo niño ya recibía una pequeña paga de su padre por cada errata que encontrara en El Hobbit y quien, durante sus años como piloto de la RAF, hizo varias sugerencias que Tolkien incluyó en El Señor de los Anillos.
Christopher Tolkien, de 84 años, vive desde 1975 en Francia y su existencia es objeto de disparatados rumores, como que defiende su propiedad con jabalíes para mantener alejados a los seguidores de las obras de su padre.
"Sin duda hay muchos jabalíes en esta zona, pero no creo que hicieran las veces de guardianes por mucho que yo quisiera", afirma.
Han pasado casi cuatro décadas desde la muerte del prolífico y exitoso escritor, que desapareció sin conocer que El Hobbit y El Señor de los Anillos llegarían a vender 150 millones de copias y que se convertirían en un gigantesco éxito cinematográfico.
Preguntado acerca de cuál hubiera sido su reacción, su hijo contesta que se hubiera sentido "alternativamente alegre, encantado, divertido, desconcertado, desasosegado, perplejo, indignado, pero, en última instancia, completamente atónito".
EFE
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